Este sábado libia celebra las primeras elecciones legislativas en 50 años, pero la inseguridad crece, especialmente después que desde anoche hombres armados cerraran dos puertos petroleros del este del país para exigir un "reparto más equitativo" de los 200 escaños del Consejo Nacional General (CNG), consignó Efe.
"El puerto está cerrado. El bombeo y la carga de petróleo están detenidos", declaró anoche a la agencia AFP un responsable de operaciones de Ras Lanuf, a 370 km al suroeste de Bengasi, un puerto por el que transita, según los especialistas del sector, más de 200.000 barriles por día de petróleo.
"La situación es la misma desde anoche", declaró esta mañana Milad Mohamed Alí, un alto responsable del puerto de Haruj, afirmando que los militantes federalistas les habían pedido detener el trabajo durante 48 horas. "El gobierno debe hacer algo sobre el tema. Es su única manera de atraer la atención sobre sus reivincidaciones", agregó.
Los partidarios de la autonomía del este del país llamaron a un boicot de las elecciones y amenazaron con sabotear los comicios, denunciando la repartición prevista de los escaños en la Asamblea Nacional (100 bancas para el oeste, 60 para el este y 40 para el sur).
El domingo habían saqueado las oficinas de la Comisión Electoral en Bengasi y el jueves fue incendiado un depósito que contenía material electoral en Ajdabiya, entre Ras Lanuf y Brega.
Para calmar la situación, el Consejo Nacional de Transición (CNT) retiró el jueves por la noche una de las prerrogativas de la próxima Asamblea: designar los miembros del comité a cargo de redactar la futura Constitución. La composición del comité será objeto de una nueva elección y cada una de las tres regiones enviará a 20 miembros, aseguró el CNT al anunciar una enmienda en ese sentido a la ley electoral.
El "Congreso General Nacional", cuyos miembros deben ser elegidos mañana, estará únicamente a cargo de escoger un nuevo gobierno, dirigir un nuevo periodo de transición y sobre todo preparar la ley que redactará la elección del comité constituyente.
Además de los partidarios de la autonomía, algunos grupos islamistas del este se oponen a estos comicios, estimando que el Corán debería ser la Constitución del país. El CNT repitió el jueves que la sharia (ley islámica) sería la "principal" fuente de legislación del país, pero no la única.
Unos 2,7 millones de libios, de una población total de 6 millones, es decir el 80% del potencial cuerpo electoral, están censados en el padrón. Eligirán a sus representantes entre 3.707 candidatos.