Un relato de primera línea de la operación de la Infantería de Marina estadounidense que mató en 2011, al ex líder de Al Qaeda, Osama bin Laden contradice la versión oficial, planteando dudas en cuanto el buscado terrorista presentó resistencia durante el allanamiento de su casa y fue una amenaza tan clara que hizo que los militares le dispararan fatalmente.
Al parecer Osama fue muerto de un disparo en la cabeza cuando se asomó hacia el pasillo de un piso superior de su casa, mientras los infantes de Marina avanzaban hacia él a toda prisa por una angosta escalera, según el relato del ahora ex miembro de la fuerza de elite Matt Bissonnette, en su libro "No Easy Day" que escribió con el seudónimo de Mark Owen. The Associated Press compró un ejemplar del libro.
Bissonnette dice que estaba justo detrás de un "vigía" cuando subían por la escalara. "Menos de cinco pasos" del final de las escaleras, dijo que escuchó disparos "apagados". El vigía había visto a un "hombre asomándose por la puerta", del lado derecho del pasillo.
El ahora escritor narra que bin Laden volvió a su cuarto y los infantes de Marina siguieron adelante y luego vieron al terrorista en el piso en un charco de sangre con un agujero visible en el lado derecho de la cabeza, mientras dos mujeres sollozaban sobre su cuerpo.
Bissonnette dice que el vigía quitó a las dos mujeres y las empujó hacia una esquina. Luego, el vigía y otros marines apuntaron el rayo láser de sus armas hacia el cuerpo de Bin Laden que todavía se movía y le dispararon varias veces hasta que quedó inmóvil.
Los marines encontraron después dos armas guardadas en la entrada del cuarto, las cuales no habían sido tocadas, afirmó el autor.
Según la versión ofrecida por funcionarios gubernamentales sobre la incursión, los infantes de Marina le dispararon a Bin Laden cuando reingresó a su cuarto porque supusieron que estaría buscando un arma.
El relato podría volver a provocar interrogantes sobre si la operación tenía la intención de capturar o eliminar a bin Laden, aunque Bissonnette señala que a los miembros del grupo de elite, Seal por sus siglas en inglés, se les dijo que debían capturarlo vivo si se rendía.
El vocero de la Casa Blanca, Tommy Vietor, se abstuvo de pronunciarse de inmediato sobre las versiones aparentemente contradictorias.
Sin embargo, en un correo electrónico afirmó: "Como el Presidente (Barack) Obama dijo en la noche en que la justicia se hizo sobre Osama bin Laden, 'agradecemos a los hombres que realizaron esta operación, dado que ejemplifican el profesionalismo, patriotismo y valor incomparable de quienes sirven a nuestro país'".