Histórico

Libro narra el crimen de juventud que marcó a la Generación Beat

En agosto de 1944, Jack Kerouac y William Burroughs fueron detenidos por encubrir el homicidio de David Krammerer, cometido por su amigo Lucien Carr. Inéditos entonces, los jóvenes escribieron una novela sobre el crimen que recién se publica en español.

El verano de 1944, Jack Kerouac, Allen Ginsberg, William Burroughs y Lucien Carr se divertían en Nueva York. Eran los futuros fundadores de la generación beat y acababan de conocerse en la Universidad de Columbia. Compartían el sueño de ser escritores, vivir espontáneamente y buscar el desorden de los sentidos. Iban de bar en bar, frecuentaban los garitos de jazz de Harlem, inhalaban benzedrina y querían romper con la literatura convencional. Pero la madrugada del 13 de agosto, la fiesta terminó abruptamente. Después de otra noche de juerga, Lucien Carr, de 19 años, mató a un hombre. Fue el violento final del verano.

Nacido en Saint Louis, Carr era un chico escandaloso y provocador, que fue el aglutinador de la generación beat y se convirtió en su ángel caído. En 1943 llegó a Columbia, donde conoció a Ginsberg. Carr era amigo de Edie Parker, novia de Jack Kerouac, y conocía a Burroughs, también de Saint Louis. En los meses siguientes, los nuevos amigos se veían y deambulaban por la escena subterránea.

De físico apuesto, Carr solía concentrar las miradas. Era la obsesión de David Kammerer, un profesor de educación física que había sido su instructor scout y que lo siguió a Nueva York. La noche del crimen, Carr bebía con Ginsberg en un bar cuando llegó Kammerer. Ginsberg se fue a dormir. Hacia las cuatro de la mañana, borrachos, Carr y Kammerer caminaban junto al río Hudson. Este último intentó propasarse. Pelearon. Rodaron y Carr sacó su cuchillo scout. Le dio dos puñaladas en el corazón. Presa del pánico, lo ató, le llenó los bolsillos de piedras y lo lanzó al río.

De inmediato fue a contárselo a Burroughs, quien le sugirió irse a casa, contratar un abogado y alegar defensa propia. En lugar de eso, Carr partió al departamento de Kerouac, con quien salió a caminar por Harlem. Al pasar frente a una alcantarilla, Kerouac le dijo que tirara el cuchillo. Luego fueron por unas cervezas, entraron al cine y pasaron a ver una exposición en el Moma. Por la tarde, Carr se entregó. La policía detuvo también a Burroughs y Kerouac como encubridores. El primero pagó la fianza y el segundo estuvo una semana en una prisión del Bronx. Sólo pudo salir tras casarse con su novia: así los padres de ella le dieron el dinero.

Los amigos le prometieron a Carr que nunca escribirían de este episodio. Pero un año más tarde, Kerouac y Burroughs -inéditos entonces- se juntaban a escribir una novela, Y los hipopótamos se cocieron en sus tanques. El libro se mantuvo inédito por más de 60 años. Publicado en 2008 en EEUU, llega ahora al español con el sello Anagrama. En el libro los personajes son apenas disfrazados. Burroughs es Will Dennison, un barman de Nueva York; Kerouac es Mike Ryko, un marino mercante finlandés, y Carr es Philip Tourian, un adolescente turco que es perseguido sexualmente por un tal Ramsay Allen, al que mata con un hacha. La novela, escribiría Kerouac en una carta, es "un retrato del segmento 'perdido' de nuestra generación, nada sentimental, honesto y sensacionalmente real".

Después de dos años en una correccional, Carr salió en libertad y se alejó del grupo. Quería dejar atrás su pasado. Pese a que Kerouac lo atemorizaba con publicar la novela, sólo fue editada tras su muerte, en 2005.

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