El año 2001, el costo de la licencia médica de un afiliado a isapre costaba, en promedio, 128 mil pesos. Al 2011, el valor de este subsidio de incapacidad laboral ascendió a $ 188 mil. Ese es uno de los factores que explica el incremento del gasto de las licencias médicas en las aseguradoras privadas, que aumentó 57% en una década.

Así lo revela el último estudio de la Superintendencia de Salud, que analizó las variaciones de este permiso en el sistema privado y que cifró en poco más de $ 246 mil millones el costo de los permisos en las isapres durante el 2011 (ver infografía).

Según explica la Superintendenta de Salud (s), Liliana Escobar, el aumento del gasto entre 2001 y 2011 en las aseguradoras, por concepto de licencias, es consecuencia de dos factores: el aumento de los días pagados por cotizante -efecto cantidad- y el alza del costo por cada día pagado, es decir, el efecto precio. Lo anterior significa que, en términos simples, en 2011 se pagaron más días de licencias y a un precio más alto que en la década pasada.

"El aumento del número de días pagados obedece a un mayor uso de licencias médicas por parte de los cotizantes y el incremento en el costo del día pagado, al mejoramiento de las rentas y aumento de los topes imponibles", precisó Escobar.

En tanto, el aumento de cotizantes no incide mayormente en los permisos, pues la variación en este período fue de 7,10%, pasando de 1,2 millones en 2001 a 1,3 millones en 2011.

Diagnósticos

De acuerdo con la Superintendencia, en 2011 se tramitaron poco más de 1 millón de licencias médicas curativas, que excluyen los permisos maternales y los laborales. De ellas, el gasto se concentra en tres principales grupos diagnósticos: las enfermedades de salud mental, las osteomusculares y los traumatismos y envenenamientos.

De estas, son las patologías siquiátricas las que lideran los costos por licencias médicas en las isapres, con un 57,7% de los casos provocados por episodios depresivos.

Escobar explicó que los permisos por patologías siquiátricas son más largos y que por ello incrementan el gasto. Esto, "en contraste a las licencias médicas por causa de enfermedades respiratorias (las más frecuentes) y sólo representan el 6,3% del total de gasto por licencias médicas en el año 2011", añadió.

Origen de enfermedades

Según el director ejecutivo de la Asociación de Isapres, Rafael Caviedes, un alto número de las enfermedades osteomusculares y mentales tendrían origen laboral y, sin embargo, son resueltas por el seguro privado, en lugar de las mutuales de seguridad.

Esta versión se sustenta en un estudio que encargaron las aseguradoras en 2011 y que perició 158 casos para determinar el origen de las dolencias. De acuerdo con este análisis, el 37% de las enfermedades de los pacientes analizados -con patologías mentales, osteomusculares y de columnas- tendrían origen laboral.

"Hay un fenómeno que se debe estudiar y que es la incidencia de las condiciones laborales en aspectos de salud mental y osteomusculares de las personas. Ese es un tema que está pendiente, saber la relación que existe y el correcto origen de estas enfermedades, porque necesita aclararse y también porque las mutuales pueden intervenir los sitios de trabajo, mejorando las condiciones y aplicando mecanismos de prevención ", añadió Caviedes.

Por su parte, el representante de la Asociación de Mutuales, Andrés Orlandi, descartó esa tesis y sostuvo que las mutuales se hacen cargo de las enfermedades profesionales, los accidentes del trabajo y los ocurridos durante el trayecto.

"Las enfermedades profesionales son aquellas causadas por el ejercicio directo del trabajo, que le produzcan al trabajador incapacidad o muerte. Para ser consideradas como enfermedad profesional debe existir una relación causal entre el quehacer laboral y la patología que produce la invalidez o muerte. Por lo tanto, las mutualidades cubren, por ley, todos los casos que son calificados como enfermedad profesional", dijo Orlandi.

Añadió, además, que la discusión con las isapres entre el origen de las enfermedades es antigua y que existen los protocolos tanto para detectar las causas de las patologías como para apelar los casos que dejen dudas.