Bielorrusia acentuó aún más su distanciamiento con Rusia luego de que el Presidente de esa nación, Alexander Lukashenko, no asistiera a una cumbre sobre seguridad que se realizaría hoy en Moscú. Esto, a modo de protesta por la prohibición de Rusia a importar sus productos lácteos.

En la cumbre de hoy asistirían los miembros de la Organización del Tratado de la Seguridad Colectiva (OTSC), que agrupa a Rusia, Bielorrusia, Armenia, Kazajistán, Uzbekistán, Tayikistán y Kirguistán, todos ex miembros de la extinta Unión Soviética.

El Presidente Lukashenko reconoció que no acudir a la cita en Rusia era una medida de presión.
"La economía sirve como la base para nuestra seguridad común. Pero si el aliado más cercano a Bielorrusia intenta destruir esta base, y poner a los bielorrusos de rodillas, no se puede consolidar un espacio de seguridad común", reclamó Lukashenko en un comunicado.

El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, reprendió a Minsk por asociar lo que calificó como "problemas económicos" con temas de seguridad militar y política.

CONFLICTO INTERNACIONAL
Las relaciones entre los ex aliados soviéticos han estado tensas desde el 2007. Minsk se molestó por el aumento de los precios del gas ruso y Moscú por el acercamiento de Lukashenko hacia Occidente.

Rusia congeló el mes pasado un préstamo de 500 millones de dólares a Bielorrusia. Lukashenko señaló que Moscú negó el dinero porque rechazó las demandas del Kremlin para reconocer a las provincias separatistas de Georgia de Osetia del Sur y Abjasia como estados independientes.

El 6 de junio, Rusia prohibió la importación de 1.200 tipos de productos lácteos desde Bielorrusia, bloqueando una de las principales fuentes de exportación del endeudado Estado.