El líder de Cataluña, Carles Puigdemont, se enfrentó durante la jornada a una presión creciente para que abandone sus planes de declarar la independencia, en víspera de su comparecencia de este martes ante el Parlament. Según una dirigente del propio partido del presidente de la Generalitat, Puigdemont optaría por una "declaración simbólica" de secesión.

En entrevista con la cadena BBC, Marta Pascal, coordinadora general del Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCAT), afirmó que Puigdemont abordará la situación actual en Cataluña, pero no llegará a lanzar una declaración unilateral de independencia. Efectuará una "declaración simbólica", dijo Pascal. Asimismo, señaló que el presidente de la Generalitat reconocerá ante el Parlamento regional la validez del referéndum convocado el 1 de octubre, aunque el gobierno español y la Justicia lo han declarado ilegal.

Puigdemont también recordará a la Cámara en Barcelona que un alto porcentaje de catalanes votaron a favor de la independencia en la citada consulta y hablará sobre el camino que seguirá su Ejecutivo para lograr la secesión, precisó Pascal, según la BBC.

Sin embargo, informó el diario La Vanguardia, desde el PDeCAT negaron que Pascal hubiera hablado en esos términos con la cadena británica y afirmaron que se trataba de un intento para "enterrar" al partido. "Le sacaron un titular totalmente falso para hacerle daño", aseguró la colectividad. El diario El País, en tanto, señaló que fuentes del PDeCAT habían pedido una rectificación a la BBC por lo que consideraban una "interpretación errónea" de la conversación con Pascal.

Aumentado aún más la incertidumbre sobre lo que sucederá en el Parlament, el diario El Confidencial consignó que la Asamblea Nacional Catalana subió un video en las redes sociales en el que anuncian que este martes sí se declarará la independencia.

Al respecto, fuentes soberanistas citadas por EFE dijeron que Puigdemont ultimaba una declaración de independencia con efectos "progresivos" y con la previsión de iniciar un "proceso constituyente" en Cataluña.

Respecto a la hoja de ruta del proceso secesionista catalán, este luens el diario El País publicó un informe requisado por la Guardia Civil a Josep María Jové, secretario general de Vicepresidencia, Economía y Hacienda de la Generalitat, que desvela el plan secreto diseñado por los partidos nacionalistas para proclamar la independencia de Cataluña. Así, se señala que la Declaración Unilateral de Independencia "generará un conflicto que bien gestionado puede llevar a un Estado propio".

Anticipando la reacción del gobierno central y de la Justicia, el documento revela que se diseñaron acciones que condujeran "a un conflicto democrático de amplio apoyo ciudadano, orientado a generar inestabilidad política y económica que fuerce al Estado a aceptar la negociación de la separación o un referéndum forzado".

Ante el eventual escenario de una declaración unilateral de independencia, durante la jornada el gobierno de Mariano Rajoy dejó claro que responderá de forma inmediata a cualquier intento en este sentido. "Si declaran unilateralmente la independencia, habrá decisiones para restaurar la ley y la democracia", comentó la vicepresidenta española, Soraya Sáenz de Santamaría, a la radio Cadena Cope. La declaración de independencia "no va a producir efectos. Y le corresponde al gobierno de España, a través del Senado, porque es una decisión también del Legislativo, adoptar medidas", enfatizó.

Consultado por el riesgo de una división territorial del país, Rajoy dijo en una entrevista publicada este lunes por el diario Die Welt que "España no se dividirá y la unidad nacional se preservará. Haremos todo lo que la legislación nos permite para garantizarlo".

Fuentes parlamentarias citadas por EFE señalaron que el Congreso español trabaja con la previsión de que Rajoy comparezca ante los diputados el miércoles por la tarde para dar cuenta de su posición sobre la situación política en Cataluña.

La presión contra los intentos secesionistas de Puigdemont también llegó de parte del líder del opositor Psoe, Pedro Sánchez, quien pidió al presidente catalán que "pare máquinas" y no declare la independencia.

En la misma línea, la alcaldesa de Barcelona, Ana Colau, dijo que "los resultados del 1 de octubre no pueden ser un aval para proclamar la independencia".