En su primera comparecencia pública tras conocerse los resultados electorales en Italia, el líder de la centroizquierda, Pier Luigi Bersani, reconoció que la votación expresó "un rechazo de la política así como ha sido presentada en estos años, con instituciones ineficientes y una política moralmente no creíble", aunque aclaró que no tiene intención de renunciar a su cargo.
"Somos conscientes de la dramática situación del país y de los riesgos que corre (...) No abandono el barco, puedo estar como capitán o como marinero, pero no lo abandono", apuntó.
Bersani afirmó que asume la responsabilidad que le han otorgado las urnas como la coalición más votada en las elecciones generales y anunció que propondrá al nuevo Parlamento un plan de gobierno con una serie de reformas "con algunos puntos clave para cambiar, con reformas de las instituciones, la política y la moralidad".
"Para nosotros se trata de tomar nota con sencillez y consciencia de lo que sale de esta cita electoral, insistiendo en la voluntad de ser útiles a nuestro país", manifestó.