Los grupos paramilitares "antinarcos" que operan en el estado mexicano de Michoacán, donde les llaman grupos de autodefensa, determinaron hoy no desarmarse "por ahora" ni abandonar los pueblos que tomaron recientemente, aunque abrieron un compás de espera para darle oportunidad al Gobierno federal de restablecer la seguridad, dijo un líder de esas milicias.

"Nosotros vamos a esperar resultados del Gobierno para analizar si dejamos las armas o no", dijo Estanislao Beltrán, uno de los principales líderes del grupo de autodefensa del municipio de Tepalcatepec y portavoz del Consejo Ciudadano de Autodefensas de Michoacán.

En una conversación telefónica desde unos corrales de la Asociación Ganadera de Tepalcatepec, donde se llevó a cabo una reunión de las autodefensas, Beltrán dijo que esas agrupaciones van a esperar a que las fuerzas federales "limpien de templarios" el estado.

"Pero no podemos dejar por ahora solos a los pueblos que hemos rescatado", abundó el dirigente de esos grupos.

Las autodefensas han proliferado desde hace un año en Michoacán para combatir al narcotráfico, en particular el cártel de Los Caballeros Templarios.

"Vamos a mantenernos con precaución, en coordinación con las autoridades, pero por el momento no podemos dejar las armas. Le estamos dando oportunidad al Gobierno de que presente su trabajo, y los líderes de las autodefensas lo analizaremos y daremos a conocer las acciones a seguir", puntualizó Beltrán.

Sobre Joaquín Negrete, detenido hoy por agentes federales y a quien el Gobierno identificó como líder de una agrupación criminal, Beltrán dijo que según información de las autodefensas, ese individuo se encargaba de cobrar cuotas de extorsión a empresarios. "No sabemos si ascendió en (las filas de) Los Caballeros Templarios", acotó.

El encuentro se realizó para informar a los miembros de las autodefensas de una reunión realizada el martes con el gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo, y para decidir cómo responder a las más recientes acciones del Gobierno federal.

El Gobierno mexicano lanzó la noche del lunes una masiva operación en Michoacán, particularmente en la región de Tierra Caliente, para frenar una ola de violencia derivada de la pugna entre los grupos de autodefensa con los "templarios".

El inicio de la operación siguió a un ultimátum del Gobierno a las agrupaciones de autodefensa, a las que llamó a integrarse a los cuerpos policiales o, de lo contrario, dejar sus armas y regresar a sus lugares de origen.

Sin embargo, el Gobierno adoptó este miércoles un tono conciliatorio con estas agrupaciones.

"No son ellos nuestro objetivo, son los criminales. Ellos tienen que estar convencidos de que vamos a hacer nuestra tarea" de restablecer la seguridad en la Tierra Caliente, dijo en conferencia de prensa el ministro mexicano de Gobernación (Interior), Miguel Ángel Osorio Chong.