"Ucrania se encuentra al borde de una guerra civil", afirmó hoy el líder opositor y ex campeón mundial de boxeo Vitali Klitschko en una entrevista con la televisión pública alemana en el marco de la Conferencia de Seguridad de Múnich.

"Tenemos que encontrar una solución intermedia por ambas partes para evitar la guerra civil en Ucrania", aseguró unas horas antes de sentarse en el escenario de la conferencia. "Llevar a cabo sólo diálogos no es suficiente".

Klitschko insistió en la necesidad de contar con el apoyo externo. "Necesitamos el apoyo de los amigos", indicó. Asimismo, volvió a mostrarse partidario de formar parte de la Unión Europea (UE), algo que en su opinión quieren "la mayoría de los ucranianos". 

Durante su estancia en la capital bávara, el líder opositor se reunirá, entre otros, con el ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier. "Será muy importante", indicó sobre este encuentro. "Alemania juega un papel muy importante en Europa a nivel geopolítico", agregó.

El conflicto en Ucrania es el punto central de la jornada de hoy en la 50 edición de la Conferencia de Seguridad de Múnich. 

El líder opositor y ex campeón mundial de boxeo Vitali Klitschko aterrizó la noche del viernes al sábado en la capital bávara. Desde entonces se encuentra inmerso en un maratón de reuniones con personalidades como Rompuy, la ministra de Defensa alemana, Ursula von der Leyen, o el senador estadounidense John McCain.

INTERVENCIÓN DEL EJÉRCITO

Asimismo, la oposición ucraniana advirtió a Europa que es "muy probable" una intervención del ejército contra los manifestantes que protestan desde hace más de dos meses en Kiev.

En un encuentro en Múnich con responsables europeos, como la jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE) Catherine Ashton, uno de los líderes de la  oposición, Arseni Yatseniuk, les informó que es "muy probable" que las autoridades ucranianas prevean "recurrir a la fuerza, incluso con la  participación del ejército", informó su partido en un comunicado.

Los militares ucranianos afirmaron en el pasado que no intervendrían en esta crisis, pero el viernes pidieron al presidente Viktor Yanukovich, "jefe  supremo de las fuerzas armadas", que tome medidas urgentemente para "estabilizar la situación en el país", por considerar que la integridad  territorial se ve amenazada.

Yatseniuk también se reunió con el ministro de Relaciones Exteriores  alemán, Frank-Walter Steinmeier, y con el presidente alemán Joachim Gauck.

Tras este encuentro, afirmó que Alemania estaba dispuesta a recibir al  activista opositor Dimitri Bulatov para proporcionarle atención médica.

Bulatov declaró el viernes que había sido torturado durante una semana tras ser secuestrado el pasado 22 de enero.

El opositor, que contó que "fue crucificado y sufrió cortes", quedará bajo  arresto domiciliario como "sospechoso de organización de disturbios masivos",  informó la policía.

El ministerio del Interior afirmó el viernes que no se descarta "un montaje  del secuestro (...) para provocar una reacción negativa en la sociedad".

El movimiento de protesta nació a finales de noviembre tras la decisión  repentina de Yanukovich de renunciar a firmar un acuerdo de asociación con la  UE, negociado durante meses. Optó en cambio por un acercamiento a Rusia, que le  concedió un crédito de 15.000 millones de dólares y una reducción del precio  del gas.