La Liga Nacional para la Democracia  (LND) de la activista y premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, que hace un año boicoteó elecciones que consideró una farsa, decidió hoy volver a la arena política en Myanmar (ex Birmania), registrándose como partido y con la participación de  sus candidatos en las inminentes elecciones parciales.

La decisión llega tras una serie de medidas de distensión del  régimen, tanto que fueron definidas como "destellos de progreso" por Estados Unidos, que dentro de dos semanas enviará para una  histórica visita al país a su secretaria de Estado, Hillary Clinton.

Los 106 miembros del comité ejecutivo central de la LND -como se esperaba- votaron por unanimidad la propuesta de inscribirse  nuevamente en las listas de los movimientos políticos.

Suu Kyi dio a entender que su idea y la de su partido es  puntar a las 48 bancas vacantes en disputa en las elecciones a  fin de año: pero la premio Nobel, en libertad tras 12 meses de  arresto domiciliario, no disipó las dudas sobre su candidatura  personal, que un vocero suyo hace unos días definió como  "probable".

La decisión de la LND se produjo después de que el Presidente de EEUU Barack Obama -en estos días en Bali para  participar en la cumbre de países del sudeste asiático-  habló anoche por teléfono con Suu Kyi para comentar las  recientes aperturas del gobierno civil de Thein Sein. Entre ellas, la liberación de más de 300 prisioneros políticos, en tanto otros podrían ser liberados la semana  próxima, medida que definió como "el más importante paso hacia  un cambio que hayamos visto desde hace años en Birmania".

VISITA DE CLINTON
Es la primera vez en 50 años que un secretario de Estado de Washington viaja a Birmania. Clinton, explicó Obama, tendrá la  tarea de evaluar "la apertura de un nuevo capítulo entre ambos  países", con una serie de reuniones de alto nivel -también con  Suu Kyi- entre Rangún y la nueva capital, Naypyidaw.

El deshielo entre el nuevo gobierno y la oposición, donde la  LND es por lejos el componente más importante, es el resultado  de un acercamiento gradual, que culminó en la reciente enmienda de algunas normas que parecían creadas expresamente para  mantener a Suu Kyi fuera del juego.

Considerada hasta el año pasado una irreductible no dispuesta a comprometerse con el régimen, Suu Kyi fue progresivamente  involucrada por Thein Sein, con quien se reunió personalmente en el verano boreal. La premio Nobel de la Paz, prisionera durante 15 de los  últimos 22 años, habla hoy de reconciliación nacional y parece  apuntar a un cambio a largo plazo.

Incluso antes de la renovada disponibilidad al diálogo de  Estados Unidos, que junto con la Unión Europea aún mantiene  sanciones económicas hacia el país, los progresos de la "nueva  Birmania" habían sido reconocidos y alentados por la comunidad  internacional.