El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha hecho un llamado a legisladores republicanos y demócratas en búsqueda de una resolución a recortes automáticos de gastos en oficinas del gobierno estadounidense, dijo este domingo un funcionario de la Casa Blanca.

Sin embargo, los líderes republicanos en el Congreso ofrecieron pocas esperanzas de una solución rápida.

El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, y el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, expresaron su confianza en que no haya un cierre del gobierno a fin de mes en medio de la disputa con Obama por el gasto federal.

"No creo que nadie entienda muy bien cómo se resuelve", comentó Boehner en el programa de NBC "Meet the Press", donde culpó completamente a Obama y a los demócratas.

"Es momento de que el presidente y los demócratas en el Senado se pongan serios sobre el problema de gastos a largo plazo que tenemos", agregó.

El viernes por la noche, Obama firmó la orden para implementar amplios recortes del gasto gubernamental después de que él y republicanos en el Congreso no lograron llegar a un acuerdo para evitar reducción automáticas que podrían afectar el crecimiento económico y reducir la preparación militar.

Las agencias del gobierno comenzarán ahora a recortar un total de US$85.000 millones de sus presupuestos hasta el 30 de septiembre. La mitad de los recortes recaerán en el Pentágono.

El director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, Gene Sperling, dijo que Obama habló el sábado por la tarde con un selecto grupo de legisladores para tratar de encontrar un camino para salir de la actual crisis fiscal, un "compromiso bipartidista". Sin embargo, no identificó a los legisladores con los que habló el mandatario.

"El está recurriendo a demócratas que entienden que debemos realizar avances serios en las reformas a largo plazo de programas sociales, y con republicanos que saben que si tuviéremos ese tipo de reformas de programas sociales, estarían dispuestos a tener una reforma tributaria que eleve los ingresos para reducir el déficit", declaró Sperling al programa "State of the Union" de CNN.

Según Sperling, Obama no llamó a McConnell ni a Boehner, pero observó que el presidente se reunió con ellos el viernes en una reunión que no logró resolver el asunto.

McConnell desestimó la severidad de los recortes automáticos, a los que describió como modestos.

DESACUERDOS

El Congreso y Obama aún podrían detener los recortes en las próximas semanas, pero ninguna de las partes ha expresado alguna confianza en que lo harán. Tanto demócratas como republicanos pusieron en movimiento los recortes automáticos durante esfuerzos febriles por reducir el déficit en agosto del 2011.

Los demócratas predijeron que los recortes pronto provocarían retrasos en el tráfico aéreo, escasez de carne debido a la desaceleración de las inspecciones de sanidad de los alimentos, pérdidas de miles de contratistas federales y daño a economías locales en todo el país, particularmente a las
regiones más golpeadas alrededor de instalaciones militares.

En el corazón de las persistentes crisis fiscales de washington está un desacuerdo sobre cómo  recortar el déficit presupuestario y ganar el control de la deuda nacional de 16 billones de dólares, inflada a través de los años por guerras en Irak y Afganistán y estímulos del gobierno para la alicaída economía.

Obama quiere cerrar la brecha fiscal con recortes de gastos y alzas de impuestos. Los republicanos no quieren volver a ceder en el tema de los impuestos tras hacerlo en negociaciones sobre el "abismo fiscal" durante el Año Nuevo.