El líder de la Confederación General del Trabajo (CGT) de Argentina, la mayor central obrera del país, Hugo Moyano renovó sus críticas hacia el gobierno de Cristina Fernández, del que era aliado hasta hace pocos meses.
En una entrevista anoche con un canal de la televisión local, Moyano acusó al gobierno de querer limitar los reclamos salariales a los sindicatos, que se aprestan a iniciar negociaciones paritarias en las próximas semanas.
Cristina Fernández sostuvo el pasado miércoles que las próximas alzas salariales deben determinarse en función de la rentabilidad empresarial y la productividad, un criterio que no comparten muchos de los sindicatos alineados con la CGT.
"Están tratando de rebajar los porcentajes (de los aumentos) de salarios. Pero de qué paritarias libres me hablan: si va a haber un límite que lo den por decreto y se acaba el circo", dijo Moyano al canal A24.
Afirmó que el gobierno "no escucha los reclamos de los trabajadores" y consideró que la nueva "sintonía fina" que pretende aplicar el Ejecutivo, interpretada en la oposición como un ajuste económico, le "hace acordar" a las políticas de flexibilización laboral llevadas adelante por el gobierno neoliberal de Carlos Menem (1989-1999).
"Lo que no voy a hacer es dejar de reclamar lo que corresponda. Si eso es disputarle poder político a la Presidenta, así será", apuntó el líder de la CGT, que confirmó que la relación con el gobierno está "suspendida" desde septiembre pasado.
La relación entre ambas partes se resquebrajó el año pasado por varios reclamos sindicales desoídos por el Ejecutivo, como una reducción de los impuestos a los trabajadores, el giro de fondos a las obras sociales sindicales y la inclusión de dirigentes gremiales en las listas de cara a las elecciones generales de octubre pasado, en las que Fernández logró la reelección con el 54 por ciento de los votos.
Moyano, cuyo liderazgo es cuestionado desde algunos sindicatos aliados al Gobierno, dijo anoche que buscará cumplir los cinco meses que le quedan de mandato al frente de la CGT "si no hay un golpe de Estado" para desplazarlo.
Pese a la creciente tensión con el gobierno, el sindicalista aclaró que "por ahora" no habrá huelgas generales ni movilizaciones de protesta, medidas que de todas formas no descartó para el futuro "si las cosas no funcionan".
Argentina alcanzó en el último trimestre de 2011 un índice de desempleo del 6,7 por ciento, la menor tasa registrada desde 1991.
El año pasado los salarios en Argentina aumentaron en promedio un 29,4 por ciento, al calor de negociaciones que se rigen no por las cuestionadas mediciones oficiales de la inflación (9,5 por ciento en 2011) sino por los cálculos de la evolución de los precios al consumidor que realizan consultoras privadas y cuyas estimaciones más que duplican la tasa oficial.