La líder uigur Rebiya Kadeer advirtió hoy que la decisión de China de condenar a muerte a seis miembros de la minoría musulmana por los disturbios del pasado julio en Xinjiang solo servirá para "enrabiar todavía más" a su pueblo.

"No ayudará a la paz y la seguridad en la región", declaró Kadeer un día después de conocerse el fallo, a una radio de Nueva Zelanda, donde se encuentra de visita.

Un tribunal de Urumqi, capital de la región noroccidental china de Xinjinag, halló culpables a seis musulmanes de asesinato y haber tomado parte en las revueltas con la etnia mayoritaria de los chinos "han", que se saldaron con casi 200 muertos y más de 1.600 heridos, la peor violencia que ha vivido China en las últimas dos décadas.

"Es un día muy triste para el pueblo uigur", dijo Kadeer, que ha solicitado varias veces que Naciones Unidas investigue de forma independiente la matanza.

La activista, de 62 años y quien vive en el exilio, se encuentra esta semana en Nueva Zelanda dos meses después de su visita a Australia, que le concedió una visa pese a las airadas protestas de China, que también intentó sin éxito que se prohibiera un documental sobre su figura.

Beijing se defiende acusando a la presidenta del Congreso Mundial Uigur de haber instigado los disturbios de Xinjiang y tacha a Kadeer de "asesina" y "terrorista".

Esta región autónoma china está habitada desde hace siglos por los uigures, una etnia de lengua turcomana y religión musulmana que hoy representa a menos de la mitad de la población por la llegada masiva de colonos "han".