Los líderes de Alemania y Reino Unido enviaron el viernes mensajes dispares sobre la forma de resolver la crisis de deuda de la zona euro y reconocieron que no pudieron limar diferencias sobre la introducción de un impuesto a las transacciones financieras.

En una conferencia de prensa en Berlín, el primer ministro británico, David Cameron, dijo que la zona euro necesitaba un cortafuegos creíble y que debía usar todas sus instituciones para combatir la crisis, pero la canciller, Angela Merkel, dijo que estaba a favor de ir paso a paso.

"La exigencia británica de que usemos una gran cantidad de armas para recuperar la credibilidad de la zona euro es correcta. Pero debemos tener cuidado de no creer que tenemos poderes que no poseemos, porque los mercados se darán cuenta rápidamente que esto no funcionará", advirtió Merkel.

Consultada por el acuerdo sobre un impuesto a las transacciones financieras, Merkel expresó que no se había conseguido avanzar con Cameron para estrechar las diferencias sobre la introducción de este impuesto en Europa.