Distintas reacciones en el mundo siguieron tras la detención en Serbia del el ex general, Ratko Mladic, presunto criminal de guerra acusado de genocidio y de la masacre de Srebrenica, en la que 8.000 hombres y jóvenes musulmanes fueron asesinados en julio de 1995.

Londres calificó de "momento histórico" detención de Mladic. Así lo indicó el ministro de Exteriores británico, William Hague, quien felicitó "a las autoridades serbias por este arresto" y dijo que esto es una prueba del compromiso de cooperar con el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia.

"Nuestros pensamientos están con los familiares de quienes murieron en el asedio a Sarajevo y el genocidio de Srebrenica", afirmó Hague a través de un comunicado. "Felicitamos a las autoridades serbias por la captura", agregó. "Nos alegramos de la inmediata entrega a La Haya", dijo también el ministro.

A su vez, el gobierno de Estados Unidos dijo que el arresto demuestra que la justicia siempre alcanza a quienes calificó como criminales.

La jefa de política exterior de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, dijo que se trata de una acción valiente de las autoridades serbias y describió la detención como un hecho muy positivo para la UE y, sobre todo, para el estado de derecho en la propia Serbia.

Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, calificó hoy de "acción valiente" e "importante paso hacia delante" el dado por el gobierno serbio. En esta línea, el secretario general de Naciones Unidas,  Ban Ki-moon, aseguró hoy que el arresto de  Mladic, constituye "un  día histórico para la justicia internacional" y "muestra  progresos" en la decisión de "poner fin a la impunidad".

"Es una gran noticia, una decisión valiente del presidente  serbio y una etapa suplementaria hacia la integración, en un  futuro próximo, de Serbia a la Unión Europea", manifestó por su parte desde Francia, el Presidente Nicolas Sarkozy.