Si el régimen sirio de Bashar al Assad acepta en forma inmediata observadores internacionales en el país, la Liga Arabe retira las sanciones impuestas, dijo hoy el secretario general de la organización, Nabil al Arabi.
En declaraciones al canal iraquí Al Sumeria, Al Arabi calificó de "incorrectas" las recientes declaraciones del ministro sirio de Exteriores, Walid al Mualem, en las que critica a la Liga Arabe por cerrar todas las puertas del diálogo con Damasco y promover la injerencia extranjera en el país norteafricano.
Al Arabi reiteró que "todas las resoluciones sobre la crisis siria han confirmado el deseo de la organización panárabe de resolver la crisis en un marco árabe y rechazar la intervención extranjera".
El domingo, los 22 cancilleres árabes aprobaron un paquete de duras sanciones económicas sin precedentes a Siria después de que ese país rechazara cumplir con el plan acordado para detener la violencia en el país y permitir la entrada de una misión de observadores internacionales, entre otros puntos.
Entre las sanciones, figura el cese de los intercambios comerciales y financieros con el gobierno de Siria -con excepción de las mercancías necesarias para la población-, así como el de las transacciones con el Banco Central Sirio.
Según Al Mualem, su país no firmó el protocolo de la misión de observadores porque en ella no se estipulaba claramente la coordinación entre el equipo de observadores y las autoridades locales para que pudieran desempeñar sus labores en el territorio. Sin embargo, el secretario general de la Liga Arabe negó que los observadores se fueran a mover sin la coordinación de dichas autoridades.
"La Liga Arabe rechazó la propuesta de Siria porque ésta vaciaba de contenido el protocolo", dijo Al Arabi, que explicó que Siria se había negado a autorizar la visita de la misión a los hospitales, cárceles y lugares de detención.
Pese a las sanciones, la entidad sigue dispuesta a propiciar una solución a la crisis en Siria, donde más de 3.500 personas han muerto desde que estallaran las protestas -duramente reprimidas- contra el régimen de Assad a mediados del pasado marzo, según cifras de la ONU.