El secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, instó hoy a los miembros del organismo a tomar "medidas firmes a nivel político, militar y económico" ante los desafíos regionales, como el extremismo del Estado Islámico (EI).
Durante una reunión de los jefes de la diplomacia árabe en El Cairo, Al Arabi criticó que la debilidad de las autoridades de los distintos países árabes es la causa de "los retos sin precedentes" que atraviesan actualmente países como Siria e Irak.
En este sentido, destacó que la incapacidad de los árabes de buscar una solución al terrorismo del EI ha llevado a una intervención extranjera, liderada por Estados Unidos, en Irak.
Estas declaraciones se producen horas después de que Al Arabi conversara por teléfono con el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, sobre la importancia de adoptar "medidas tangibles" para luchar contra el EI.
Este grupo yihadista se hizo el pasado junio con el control de amplias zonas del norte de Irak y declaró un califato en los territorios de Siria e Irak bajo su dominio.
"Las diferencias de postura de los países árabes paralizan la efectividad de la Liga Árabe, que se fundó por el bien de estos países", lamentó Al Arabi en su discurso al inicio de la reunión.
Al Arabi señaló que el pacto de la Liga Árabe y el acuerdo de defensa común dan a esta organización panárabe "el marco legal para ayudar a cualquier país de la región" cuando sea necesario, incluso con la intervención militar.
Sin embargo, insistió en la necesidad de adoptar una postura árabe común hacia los desafíos actuales: "Si no tenéis la voluntad política para hacerlo, la Liga Árabe no podrá tratar todos los conflictos pendientes en la zona", apuntó.
Según el secretario general de la Liga Árabe, las crisis en Siria, Irak, Libia, Yemen y Somalia son la prueba del fracaso en conseguir una cooperación verdadera entre los países de la región.