La Liga de Fútbol Profesional de España (LFP) dio un fuerte paso para demostrar que está combatiendo en serio la violencia y los insultos en este deporte, al comprometerse a denunciar a unos aficionados del Real Madrid, que corearon insultos contra el delantero del Barcelona Lionel Messi y el club catalán.

El árbitro no mencionó los cánticos en el acta del partido disputado el fin de semana entre el Madrid y el Celta de Vigo en el Santiago Bernabéu, pero Javier Tebas, presidente de la LFP, dijo que La Liga podría enviar el caso de estos aficionados al comité de competición de la Federación Española (RFEF).

Los clubes, las autoridades del fútbol y el Gobierno se han comprometido a perseguir a los aficionados violentos, o "ultras", después de que un seguidor del Deportivo de La Coruña muriera en una pelea cerca del estadio del Atlético de Madrid a fines del mes pasado.

"Nuestro salto de calidad o compromiso es que si no lo ha escuchado el árbitro, lo signifiquemos nosotros. En el Bernabéu hubo insultos y gritos intolerantes, así que di la orden de que se denunciase", dijo Tebas a la radio Cadena Ser.

En el Madrid, que junto al Barcelona y al Español son algunos de los pocos clubes de la Liga que han expulsado a los ultras de sus estadios, no hubo ningún dirigente disponible de forma inmediata para hacer comentarios.

El actual campeón de Europa identificó a 17 aficionados que participaron en los insultos, y han sido expulsados de por vida, según medios.

Tebas admitió que se debería haber actuado antes para expulsar a los ultras de los estadios y sus alrededores.

"Me equivoqué al no ver esto como un problema en el fútbol y no voy a volver a equivocarme. Hemos engordado a un monstruo que hay que quitarse. Se ha tomado esa decisión y seguiremos en esa línea", declaró.