Al parece Lily Allen no está pasando por un buen momento. Por lo menos, así lo dio a entender el pasado fin de semana cuando se descompuso durante su show en Helsinki, Finlandia.
Según publica el diario inglés Daily Mail, la estrella británica comenzó a llorar cuando le explicó a su público que se sentía mal. "Me siento un poco mal esta noche, pero no es por ustedes, es por mí", dijo la intérprete parafraseando al título de su nuevo álbum It's not you it's me (no eres tú, soy yo).
Horas antes de su actuación, Allen comentó en Twitter que la noche anterior se había caído de espaldas y que estaba muy adolorida por eso. "¿Cómo voy a poder dar el concierto esta noche?", se preguntó en su red social.
En 2007, cuando apenas comenzaba a ser famosa, la inglesa protagonizó un hecho similar, confesando ante sus fans que había estado llorando durante varias horas por sentirse gorda y fea.
Incluso admitió que estaba dispuesta a someterse a una cirugía de bypass gástrico y liposucción láser.
Sin embargo esta vez el llanto duró poco y, luego de la catarsis con sus fans, pudo continuar su presentación normalmente.