Calles cortadas, letreros de desviaciones, camiones tolva entorpeciendo el tráfico y trabajadores con chaquetas reflectantes, ese es el panorama que se vive actualmente en Londres con la construcción del tren Crossrail, la mayor obra en desarrollo de toda Europa y que desde este año hasta 2015 estará en su etapa de obra gruesa.
El ambicioso proyecto, que tiene un costo de 14.800 millones de libras (US$ 24 mil millones), transformará el transporte de la ciudad, que aumentará su capacidad en un 10%. Los trenes estarán compuestos de 10 carros con tres puertas dobles por costado cada uno, los convoyes medirán 200 metros de largo y podrán transportar hasta 1.500 pasajeros, el doble de lo que llevan los carros del metro en Londres.
Crossrail, que estará terminado en 2018, tiene como objetivo reducir los tiempos de viaje de manera considerable. Así el viaje desde la estación Bond Street, en el centro de la ciudad, hasta el aeropuerto de Heathrow, que en la actualidad demora 58 minutos, sólo tomará 26 minutos. Ahora, entre Heathrow y Liverpool Station el tiempo del recorrido es de 55 minutos. La tarifa estará ligada al todo el sistema de transporte y el alcalde de la ciudad, Boris Johnson, se ha comprometido a que los precios serán similares a los del metro y otros trenes de cercanía.
Un punto de partida de la obra por el oeste estará situado unos kilómetros más allá de la frontera del Gran Londres en Maidenhead (Windsor), al sureste de Inglaterra. La otra punta de la línea, al este, terminará también fuera de las fronteras de la ciudad, en Shenfield, Essex. En su camino desde el este al oeste tendrá además un desvío al aeropuerto de Heathrow. Contará además con una bifurcación a la altura de Whitechapel, en el este de Londres.
El proyecto, que tendrá 100 kilómetros de extensión, contará con 38 estaciones. Siendo la principal característica, la construcción de 42 kilómetros de nuevos túneles. A lo largo de la excavación de ellos, los que avanzan a razón de 100 metros por semana y que debe completarse el año próximo, más de un centenar de arqueólogos han estado involucrados en la exploración de 40 sitios en los últimos cuatro años. Y durante ese proceso han encontrado desde huesos de renos, bisontes y mamuts de hace 68.000 años hasta los restos de una residencia Tudor rodeada de fosas, patines de hielo medievales, un trozo de una embarcación de 800 años y los cimientos de un astillero del siglo XVIII. Así, Crossrail ha sido denominado por la prensa, como el más grande sitio arqueológico del país.
También se han encontrado esqueletos de víctimas de la Peste Negra, la plaga que arrasó con la mitad de la población de Londres en 1348.
El proyecto no sólo revolucionará el transporte y la arqueología, sino que también ha impactado en el mercado inmobiliario. Las propiedades que están ubicadas en las cercanías del trayecto, han subido 30% desde 2008 hasta ahora y se espera que suban diez puntos más en los próximos cinco años, según un estudio del agente inmobiliario Knight Frank, divulgado por el diario The Telegraph.