Las comparaciones, sobre todo en el fútbol, suelen ser tediosas. Realizarlas para establecer quién es mejor, sobre todo si no se toman en cuenta las diferencias del juego entre una época y otra, es más tedioso aún. Pese a ello, durante la actual Copa del Mundo el debate entre quienes dicen que Diego Maradona fue mejor que Leonel Messi y quienes aseguran lo contrario se ha instalado de lleno.

Algunos en Argentina estaban esperando que Messi tuviera buenas actuaciones para comenzar su ofensiva y su momento parece haber llegado. El astro de Barcelona, pese a no jugar bien hasta ahora, ha sido quien más ha destacado en una opaca Albiceleste y la ha conducido hasta la ronda de los ocho mejores después de una fase de grupos muy poco exigente y un trabajado partido ante Suiza, por octavos, que sólo se definió sobre el final del alargue.

Hoy, Argentina podría entrar a semifinales de un Mundial después de 24 años. Italia 1990 fue testigo de una selección que tampoco convencía, pero que era comandada de buena forma, justamente, por Maradona. Por lo mismo, la pregunta de todo un país es si Messi logrará igualar al Pelusa y comandar a Argentina hacia instancias finales del campeonato.

Al frente estará Bélgica -que por nombres, quizás, es la mejor de la historia- por lo que el desafío parece, a priori, muy complejo.

Ante los europeos, el partido será en nombre de Maradona, quien estará más presente que nunca en el inconsciente colectivo transandino. La Pulga igualará hoy al ex Boca Juniors con 91 presencias internacionales y la última vez que argentinos y belgas se cruzaron en una Copa del Mundo fue en las semifinales de México 1986: triunfo 2-0 con dos goles de Maradona.

Amor y odio

La relación del ex jugador con su selección es de amor y odio. Hoy, es uno de los más críticos y está peleado a muerte con la familia Grondona, los controladores del fútbol albiceleste. "Argentina no tiene ideas. Si Messi no ataca, no te levantas del asiento. Es francamente frustrante ver jugar a este equipo", dijo el ex Sevilla.

Pese a que ha dicho que ama sobre todas las cosas la camiseta de su país, sus críticas a la actual generación no se detuvieron y añadió que avanzar a semifinales "va a depender mucho de la suerte. Que ya tenemos bastante teniendo a Messi entre nosotros. No se puede hacer mucho más con un equipo tan estático y predecible. Hay que cambiar el ritmo y dejar los titubeos. Ojalá que aparezca el fútbol. Es el momento de empezar a jugar ya que contra Suiza estuvimos a punto de ir a penales, y ahí, pudo pasar cualquier cosa".

De todas formas, la última palabra la tiene Messi, el único que no ha sido cuestionado por Maradona y quien carga sobre su espalda la ilusión de todo un país, que espera se siga consolidando como el sucesor de El Pibe de Oro.