Los inversionistas compradores de deuda francesa ignoraron la llamada de alerta lanzada por la aganecia Standard Poor's la semana pasada que dejaban entrever que el presidente de Francia, François Hollande, no está haciendo lo suficiente por atacar las fallas que frenan el crecimiento, como por ejemplo los impuestos y los costos laborales altos.
El rendimiento del papel a 10 años, que se encuentra en 2,2%, se mantuvo cercano a su mínimo después de que la calificación del país galo fue rebajada el 8 de noviembre por S&P hasta AA. El costo por asegurarse contra una cesación de pagos francesa cayó hasta el mínimo en más de tres años.
La reacción tenue de los mercados refleja el mercado de bonos grande y líquido de Francia y los esfuerzos realizados por el Banco Central Europeo –al igual que sus principales pares del mundo- para inyectar dinero en el sistema, poniendo un techo a los rendimientos en los mercados conocidos como centrales o semi-centrales. El problema es que los rendimientos bajos también hacen disminuir la urgencia para Hollande de recomponer la segunda economía más grande de Europa.
"El mercado es más paciente que las calificadoras con Francia", dijo Steven Major, responsable de investigación sobre renta fija en HSBC Group Plc de Londres.
"Si el costo de financiamiento continúa bajando, el impulso para actuar es menor. La triste realidad es que hubo acción sólo cuando las tasas de refinanciamiento subieron", acotó.
El propio Hollande interpretó enseguida los bajos costos de financiamiento de Francia como una prueba de que sus políticas son correctas. El gobierno está "haciendo todo" por reducir el déficit, mejorar la competitividad y crear empleos, dijo el mandatario en una conferencia de prensa menos de cuatro horas después de la rebaja de la nota.
Reiteradas rebajas ignoradas
El rendimiento extra exigido por tener bonos franceses en lugar de deuda de referencia alemana alcanzó el lunes 46 puntos básicos, por debajo de los 60 puntos básicos promedio en el último año. El costo de asegurar los bonos del Estado francés contra una cesación de pagos cayó hasta 51 puntos básicos después de haber subido hasta un récord de 261 puntos básicos en noviembre de 2011.
"El enfoque actual del gobierno francés respecto de las reformas presupuestarias y estructurales para la tributación, así como también los mercados de productos, servicios y mano de obra, no elevará sustancialmente las perspectivas de crecimiento para Francia a mediano plazo", dijo S&P.
Los inversionistas ignoraron en gran medida las rebajas de las calificaciones. Desde la primera rebaja de S&P para Francia en enero del año pasado, los bonos del Estado francés rindieron más de 10%, según el Índice Bloomberg France Sovereign Bond. Francia perdió su nivel AAA de Fitch Ratings en julio, después de que Moody's Investors Service bajó al país desde Aaa hasta Aa1 en noviembre del año pasado.
"Francia ha sido el beneficiario clave del amplio apoyo del BCE en los últimos años", escribió HSBC en un informe con fecha del 8 de noviembre.
El mercado de bonos francés es el segundo más grande de la eurozona, después del de Italia, y es el cuarto más grande del mundo, según datos recopilados por Bloomberg.