Violencia, interminables escenas de acción, persecuciones y coreografías. Las películas de Quentin Tarantino siempre han tenido los elementos necesarios como para crear excelentes videojuegos basados en ellos.

Salvo el caso de "Reservoir Dogs" -que fue llevado a las consolas en el año 2006 con muy malos resultados- ningún título del director ha logrado convertirse en un juego tan exitoso como sus películas. Kill Bill estuvo cerca de ser videojuego, pero finalmente la idea fue cancelada, pese a que el propio creador estaba involucrado en su diseño.

Pero los viudos y fanáticos de la cinta, ahora viene una segunda oportunidad. Se trata de WET, un juego diseñado por A2M y publicado por Bethesda, que si bien no cuenta con la supervisión de Tarantino, fue creado por fanáticos y todas las similitudes entre el juego y las obras del creador hollywoodense son totalmente a propósito.

ACROBACIAS ASESINAS
En WET, los jugadores toman en control de Rubi Malone, una asesina a sueldo al estilo de Beatrice Kiddo (Uma Thurman en la cinta) con la misión de recuperar un maletín con un corazón de contrabando.

El personaje, cuya voz es interpretada por la actriz Elisa Dushku, posee una personalidad atípica para este tipo de juegos, donde a punta de espadas y pistolas debe enfrentarse a decenas de enemigos que, más que representar un peligro, sirven como blancos para crear las escenas de acción más atractivas.

Y es que en WET no sólo se premia por eliminar a los enemigos, sino por hacerlo con estilo. Por lo mismo, para obtener más puntos, el jugador debe combinar una serie de piruetas como caminar por las paredes, deslizarse por el suelo o saltar a través del escenario para causar la mayor destrucción posible.

En cada acrobacia, el juego se vuelve automáticamente en cámara lenta, como si se tratara de una toma cinematográfica, para darle mayor ventaja y control al jugador.

Junto con estos movimientos, el juego cuenta con escenas especiales llamadas "Rage Mode", donde todo se vuelve rojo y negro, la música toma un tono sicodélico y cada disparo o movimiento de espada se convierte en una obra de arte en movimiento.

SABOR A CLASICO
Las escenas de acción no son los únicos elementos en los que el juego se basa en Tarantino. Las ambientaciones y personajes tienen tan poco sentido como las tramas de sus películas: desde traficantes en sillas de rueda hasta la mafia de Hong Kong aparecen improvisadamente.

Junto con eso, WET recupera la estética de los filmes de los 70 que emula Tarantino, utilizando filtros para las imágenes que las hacen parecer como si estuvieran gastadas por el tiempo. Y en la música no se queda atrás. Todas sus piezas son creadas para asimilarse a las bandas sonoras de Ennio Morricone o Lalo Schifrin. Incluso, en medio del juego habrá "comerciales" al estilo de los años 70 que relajarán al jugador, además de darle un toque retro.

El juego llega a Chile a fines de septiembre, justo para preparar a la fanaticada para "Inglorious Bastards", la última obra del director que ahora le tocó ser el homenajeado.