En Chile, cerca del 30% de la población adulta tiene la condición de hipertensos leves, un estado inicial de alteración de los valores normales de la presión arterial. Si no realiza cambios importantes, como una dieta que considere más frutas, verduras y menos sal, más del 60% tiene gran riesgo de ser hipertenso en un período de cuatro a cinco años.
La hipertensión arterial es una enfermedad denominada "asesino silencioso", porque en muchas oportunidades no muestra síntomas que la delaten. La forma más común en que se puede advertir es con mareos, dolores de cabeza, sensación de una visión borrosa o zumbido de oídos. "Otro síntoma que se ve con frecuencia son las palpitaciones de esfuerzo. Personas que, por ejemplo, suben la escalera del metro y sienten que el corazón se le va a salir por la boca", explica Hernán Pratt, cardiólogo y subdirector del Departamento Cardiovascular del Hospital Clínico de la Universidad de Chile.
Un estudio realizado por el Ministerio de Salud el año 2003 establece una prevalencia del 33,7% para la poblacion chilena. "Viene otra encuesta en 2010 donde probablemente las cifras sean menores y se refleje una prevalencia del orden del 25%. Pero igualmente es una cifra alta", dice Pratt.
ALTERNATIVA NATURAL
La mayoría de las personas con presión arterial leve no se trata, pese a las complicaciones que pueden sufrir si se llega a niveles más altos. Un nuevo producto natural, llamado Tenscare (producido por el laboratorio Nutrapharm), podría ayudar a quienes aún no llegan a desarrollar hipertensión a evitar sus consecuencias. No es un fármaco, sino que un derivado de la caseína, proteína de la leche, que ha demostrado clínicamente tener una acción similar a un grupo de medicamentos que se llaman los inhibidores de la enzima de conversión, los que se emplean en el tratamiento de la hipertensión arterial.
"No baja la presión más allá de una presión normal y por el hecho de ser derivado de una proteína láctea no tiene riesgos en su consumo. Hay estudios que indican que se reduce la presión en aproximadamente 4 a 5 milímetros de mercurio, tanto para la presión sistólica como para la diastólica, lo que reduce en forma importante la morbilidad, es decir, la aparición de enfermedades y la mortalidad", explica Pratt.