Hace algunos años, la prestigiosa dramaturga y periodista mexicana Sabina Berman fue contactada por un par de productores que le pidieron escribir una serie sobre la vida de Juan Gabriel. La autora, que ya había timbrado exitosas obras biográficas sobre Pancho Villa y Gloria Trevi, se topó con un problema: el "Divo de Juárez" y su círculo no querían que la historia se centrara en su identidad sexual ni "en el conflicto que su mera presencia andrógina creó en el México macho", por lo que el proyecto finalmente fue a parar a otras manos y terminó estrenándose el año pasado, Chile incluido, con el título de Hasta que te conocí.
El episodio, narrado por la propia Berman, es una de las diversas anécdotas reveladoras que traen las 175 páginas de Lo que se ve no se pregunta, el primer libro sobre Juan Gabriel publicado en México tras su muerte, ocurrida a fines de agosto pasado. Lanzado en octubre y a la venta en librerías chilenas desde la segunda quincena de este mes, el volumen reúne 18 textos de periodistas, escritores y poetas mexicanos que reflexionan en torno a las múltiples dimensiones del artista y su obra, así como el impacto de ésta en la sociedad de ese país.
"El libro busca reflejar los instantes de vida que la gente vivió con las canciones de Juan Gabriel, y los textos cuentan esas anécdotas y algunos aspectos relacionados con la composición y el por qué de sus logros artísticos", explica Braulio Peralta, compilador del libro, en el que conviven ensayos y columnas inéditas con otras ya publicadas en medios mexicanos (aunque ampliadas especialmente para el volumen), y cuyo título toma la célebre repuesta que el autor de Querida dio en 2002 a un periodista que le preguntó directamente si era gay.
Justamente ese último aspecto de la vida del cantautor cruza varios capítulos del libro, en el que distintas voces sindican a "Juanga" como el responsable de "sacar del clóset" al país pese a que nunca habló abiertamente de su sexualidad ni tomó posturas al respecto. Así, por ejemplo, el cronista Wenceslao Bruciaga asegura que la obra de Juan Gabriel desnudó las contradicciones de un México clasista y homofóbico ("su activismo fue el de ser él mismo", señala"), mientras que el poeta y ensayista Hernán Bravo Varela sitúa al solista como el creador de la "canción afeminada".
Incluso, Luis Manuel Arellano, periodista y activista en la lucha contra el sida, revela que Alberto Aguilera -nombre real del cantautor- ayudó en sus últimos días a morir con dignidad a un amigo suyo portador del VIH. "Juan Gabriel es un ídolo de las minorías y mayorías sexuales", asegura Peralta. "Es una figura que sin activismos gay se impuso y logró abrir canales de respeto para la vida privada. En última instancia, con las pruebas de hoy, fue un bisexual que ejerció en libertad su vida sexual. Pero por sobre todas las cosas fue un artista".
No todo son crónicas en torno a la vida privada del cantautor. El libro incluye también un análisis de la narrativa de sus canciones, poemas y diálogos ficticios inspirados en su figura y también el relato de una de las integrantes de su staff, quien reconstruye los detalles de la última gira del solista por Estados Unidos. "Este no es un libro de chismes sino de confirmaciones sobre su vida y obra. Su intención es analizar a la figura pública y a la persona para entender mejor su arte", explica Peralta.