Máximo exponente del modernismo español, Antoni Gaudí, desarrollo una obra única, original e inimitable. Sin embargo, nunca pudo terminar su mayor proyecto, La Sagrada Familia, luego de que un trágico accidente acabara con su vida, a los 73 años. Católico acérrimo, el 7 de junio de 1926 Gaudí fue como siempre a rezar a la iglesia de San Felipe Neri, a la salida cruzó la Gran Vía de las Cortes Catalanas y fue atropellado por un tranvía. Confundido por un mendigo, por sus ropas gastadas y sin llevar documentos, el arquitecto fue llevado tarde al hospital y murió dos días después.
Tras su muerte, su obra fue denostada por la crítica internacional que la tachó de barroca y excesiva, y luego cayó en el olvido. Recién en los años 50 se comenzó a revalorar, gracias a figuras como el pintor Salvador Dalí y el arquitecto Josep Lluis Sert, quienes celebraron esas formas orgánicas y ondulantes, con toques neogóticos, nunca antes vistos en otras construcciones.
Hoy, edificios como la Casa Batlló, la Casa Milá y el Parque Güell son considerados verdaderos hitos de la arquitectura universal, y su admirada Sagrada Familia es uno de los monumentos más visitados de España.
Desde el 18 de noviembre, Santiago acogerá por primera vez una muestra inédita que recorre las principales obras del arquitecto: Gaudí, el arquitecto y la forma, reunirá, en la Galería de Arte del Centro de Extensión UC, fotografías actuales e históricas de su arquitectura, piezas originales y reproducciones de mobiliario, cerámicas y quincallerías diseñadas por el propio artista . Habrá maquetas y réplicas de los detalles de sus edificios, como columnas, cúpulas, ornamentaciones, además de planos, croquis y otros documentos.
Más de un año y medio llevó la gestión de la muestra a cargo de la directora de Extensión Cultural de la UC, Daniela Rosenfeld, quien se puso en contacto con varias instituciones que resguardan patrimonio de Antoni Gaudí en Barcelona, con el fin de traerlo a Chile. "Obviamente no se pueden traer sus edificaciones, pero Gaudí no sólo se interesaba en la arquitectura propiamente tal, sino que se encargaba de ver hasta los últimos detalles de ellas, que incluían accesorios y decoraciones muy particulares y propias de su estilo que completaban sus edificaciones por fuera y también por dentro", dice la directora.
Además, el montaje hará énfasis en la inacabada La Sagrada Familia, y en los dos únicos proyectos que el arquitecto diseñó para Sudamérica: un rascacielo en Nueva York que nunca llegó a construirse y una capilla en Rancagua, Chile, que por años ha querido ser levantada por la Corporación Gaudí de Triana.
EL SUEÑO DE UNA CAPILLA
Fue el padre franciscano Angélico Aranda, amigo de Gaudí, quien en 1922 le pidió diseñar una capilla para la ciudad de Rancagua, donde él era párroco. El catalán aceptó y no demoró en enviarle unos croquis de otra capilla, diseñada originalmente como parte posterior de La Sagrada Familia. Sin embargo, la muerte del catalán y, luego, el estallido de la Guerra Civil Española dejó inconcluso el proyecto. Ochenta años después se rescataron los bocetos y se formó la Corporación Gaudí de Triana en la región de O'Higgins, que ahora cobra nueva fuerza: esta semana se constituyó u nuevo directorio con la idea de reunir fondos para llevar a cabo el proyecto bajo el nombre de Centro Cultural y Espiritual Gaudí, que contempla la Capilla de Nuestra Señora de Los Angeles, un casa de oración y una sala para conciertos y exhibiciones.
Todo el proyecto será abordado en la conferencia que el fundador de la corporación, Christian Matzner, dará en el Centro de Extensión UC, el 18 de noviembre, a las 19.30 horas. Mientras que otras dos charlas abordarán la creación del Parque Güell, que reflejan el sentido innato que tenía Gaudí sobre la geometría y el volumen, dictada por el académico chileno José Rosas y otra sobre los referentes del arquitecto, quien, con gran imaginación, mezcló en sus obras tendencias medievales y orientales, con la observación de la naturaleza y sus estudios sobe la morfología de los organismos. La charla será dictada por Raimon Ramis, historiador del arte de la Universidad Autónoma de Barcelona y curador de la muestra.