Es un juego simple, con pocas explicaciones, de aquellos que los niños aprenden rápido y piden repetir una y otra vez. Se trata de bajar desde el séptimo piso por la escala al mismo tiempo que papá desciende en ascensor. A ver quién llega primero. Ya lo han hecho muchas veces, pero llega el día en que los chicos no aparecen abajo. ¿Qué les pasó? Es lo que buscan resolver padre y madre durante los 88 minutos que dura el filme Séptimo.
La película, que en España ya lleva un millón de euros en recaudación en dos semanas de exhibición y en Argentina se acerca al millón de espectadores, se estrena mañana en Chile. Dirigida por el español Patxi Amezcua, y protagonizada por Ricardo Darín y la madrileña Belén Rueda como los padres, Séptimo busca antes que nada ser una película de género. Específicamente, un thriller que no da tregua y se desarrolla sólo a través de acciones, acciones y más acciones.
"Mi personaje es curioso. Debo mantenerme más o menos distante y fría durante gran parte de la película. No soy la típica madre desesperada. Por el contrario, soy la razón frente a la emoción que en este caso está representada por Ricardo Darín, un padre que se la pasa angustiado en muchos tramos de la historia", explica desde Madrid Belén Rueda, quien es Delia en la cinta.
Rodada íntegramente en Buenos Aires, la obra del catalán Amezcua refleja su interés en el suspenso de la misma forma que sucedió con 25 kilates, su primera película, ambientada en el submundo criminal de Barcelona.
"Lo que sucede con directores nuevos como Patxi Amezcua es que tienen un dominio increíble de los recursos, se lo saben todo. Son como enciclopedias andantes y tienen la capacidad de imprimirles una tensión y una emoción a las historias que antes era difícil lograr. Esa mezcla de técnica aprendida de los norteamericanos con espíritu hispano es muy saludable", dice Rueda.
La actriz debutó en el cine en Mar adentro (2004), de Alejandro Amenábar, y luego se hizo conocida en el rol central de El orfanato (2007), de Juan Antonio Bayona. "La verdad es que algo pasa con los directores españoles: logran desempeñarse muy bien en las películas de suspenso y de horror. Yo lo atribuyo a nuestra historia algo supersticiosa y a nuestro folclore. Aún creemos en otras cosas", explica Rueda.
El efecto Darín
En algún momento de la trama, el rol de Delia, la cerebral madre, empieza a tener un diferente perfil en la historia. "Yo soy madre también y tengo chicos. Si me viera enfrentada a una situación así, perdería la calma. Debí contenerme varias veces. Creo que, en ese sentido, actuar con Ricardo Darín fue muy bueno. En los rodajes se tiende a crear cierta tensión, uno se pone en el lugar de los personajes, pero alguien con el oficio de Darín es capaz de romper cualquier rigidez. Es muy bromista, muy carismático, y siempre te hace más fácil la filmación", cuenta la actriz sobre su relación con el actor argentino en la película.
Darín es sinónimo de éxito en las boleterías transandinas y en España también tiene una presencia importante. "Le queremos mucho acá. Es uno más de la casa", dice Rueda. Séptimo es el tercer filme argentino más visto durante el año en el país vecino, después de Metegol y Corazón de león. Y hay más datos históricos del efecto Darín: protagonizó Elefante blanco, la segunda cinta argentina más vista del 2012, y antes estuvo en Un cuento chino y El secreto de sus ojos, las más taquilleras en el 2011 y 2009, respectivamente.