Ocho de los diez misioneros estadounidenses acusados en Haití de intentar sacar del país a 33 menores llegaron hoy de madrugada a Miami, después de ser puestos en libertad por orden judicial, informaron hoy los medios locales.

El grupo llegó al aeropuerto internacional de Miami y, tras pasar el control de aduanas por una zona reservada, fue escoltado hasta a un hotel que está dentro del aeropuerto.

Ninguno de los misioneros quiso realizar declaraciones, salvo uno de ellos que mientras se dirigían rápidamente hacia los ascensores afirmó que sólo deseaban ver a sus familiares.

"Están muy cansados", dijo Caleb Stegall, un fiscal de distrito en Kansas que ayudó a algunos de los misioneros. "Tuvieron una experiencia bastante dura y obviamente esperaban con ansia una cama suave, una comida caliente y una ducha tibia", agregó.

Según los medios, el grupo se encuentra ya en vuelo hacia Idaho, de donde proceden.

El miércoles, un juez haitiano decidió liberar a ocho de los diez estadounidenses tras escuchar las declaraciones de los padres de los menores a quienes trataron de sacar del país.

La responsable del grupo de misioneros, Laura Silsby, al igual que su compatriota Anne Coulter Chalrisa, permanecen todavía detenidas en una cárcel de Haití, acusadas de tráfico de niños.

Los estadounidenses, cinco hombres y cinco mujeres, pertenecientes a la organización bautista "Refugio de Niños Nueva Vida", fueron detenidos a finales de enero cuando se dirigían hacia la frontera de República Dominicana en un autobús con los menores, de entre dos y doce años, y sin documentos que autorizasen su viaje.

Los misioneros dicen que sólo pretendían ayudar a los niños,  luego del terremoto del pasado 12 de enero, que dejó más de 200.000 muertos.

Su objetivo, según dijeron en Haití tras su detención, era ofrecer a los menores una vida mejor en un orfanato en República Dominicana.

Los padres de algunos de los niños reconocieron que los entregaron a los estadounidenses voluntariamente porque estos iban a ayudarles.