La fascinante vida y la poesía sensual y mística de Juana de Ibarbourou, la "Juana de América", conforman la trama de la obra de teatro Al encuentro de las tres Marías, que mañana se estrena al público en el teatro Anglo de Montevideo.

La obra se basa en el libro del mismo título del escritor y periodista Diego Fischer, una biografía novelada que cuenta la vida de Ibarbourou (1895-1979) y que nada más publicarse el año pasado se convirtió en un "bestseller" en este país y disparó el interés en la poetisa más famosa de Uruguay.

Según explicó a la prensa Fischer, ese éxito del libro permitió avanzar enseguida hacia su plasmación en una obra de teatro, con las actrices Victoria Rodríguez y Nidia Telles como protagonistas junto al polifacético actor Humberto de Vargas.

Al igual que el libro, la obra de teatro, presentada anoche en preestreno, se centra en la humanidad de la poetisa y no en el mito que se enseña en las escuelas, pero deja ver claramente su "carácter transgresor" en su modo de vida y en su poesía, señaló el autor.

En la obra, Victoria Rodríguez encarna a una Juana joven que conoce los primeros frutos de la gloria literaria y la admiración del público, a la vez que sufre los sinsabores de su vida matrimonial y de una sociedad demasiado opresiva para su desbordante creatividad.

Nidia Telles representa a Juana de Ibarbourou ya en su madurez y vejez, cuando, tras la muerte de su esposo, mantiene un romance con el que sería el amor de su vida, mientras su hijo la mantiene bajo una tiranía de la que su responsabilidad y un sentimiento de culpa la impiden zafarse.

Por su parte, Humberto Vargas interpreta a todos los personajes masculinos de la obra, desde el esposo de Juana, el capitán Lucas Ibarbourou; al hijo del matrimonio, el díscolo Julio.

Vargas también se mete en la piel del doctor argentino Eduardo de Robertis, a quien Juana conoció ya en su madurez y que correspondió a su amor pese a la acusada diferencia de edad, pues ella tenía 59 y era veinte años mayor.

De Robertis apartó a la poetisa de la morfina, pero después, el infierno de la relación con su hijo y la pérdida de ese amor la devolvieron a la adicción, que, según ella, le permitía evadirse a "las tres Marías", en referencia a las estrellas de la constelación de Orión.

Con monólogos y diálogos entre los personajes, acompañados por el recitado de algunos de los poemas más famosos de Ibarbourou, la obra transcurre en un parco escenario de dos sillas, dos taburetes, una tarima y una biblioteca semicircular, en representación de aquella que partió el corazón a la poetisa cuando tuvo que venderla para cubrir las deudas de su desenfrenado hijo.

Además de los treinta años de su fallecimiento (el 15 de julio), en 2009 se conmemoran también noventa años de la publicación de Las lenguas de diamante (1919), su primer poemario, y ochenta de su proclamación en 1929 como "Juana de América" en el Palacio Legislativo, sede del Parlamento uruguayo.

Juana de Ibarbourou fue admirada por escritores y poetas de la talla de Pablo Neruda, Miguel de Unamuno, Federico García Lorca y Juan Ramón Jiménez, aunque en su propio país parte de la clase literaria le hizo un vacío cuando en un momento de su vida su inicial poesía sensual derivó hacia el misticismo religioso.

A principios del pasado mes de junio la poesía de Ibarbourou fue protagonista de otra iniciativa teatral en el teatro El Galpón, también de Montevideo, donde se dieron recitales de los versos de la poetisa, según la selección de Jorge Arbeleche.

Este poeta fue el encargado de la selección y ordenación de los textos recitados en escena con el título Juana en claroscuro.