Una tormenta dejó precipitaciones de 180 milímetros de agua en diversas zonas de California, donde causó inundaciones menores, aludes y cierres de carreteras, aunque los expertos del clima advirtieron que las verdaderas secuelas del mal tiempo están por llegar todavía.
Se prevé una precipitación adicional de 80 milímetros de lluvia en toda la región para el miércoles en lugares ya saturados de agua, lo cual aumenta la posibilidad de deslaves e inundaciones repentinas, dijo Stuart Seto, del Servicio Meteorológico Nacional.
Las lluvias incesantes que azotaron California el fin de semana rebasaron los anteriores registros históricos y causaron numerosos accidentes de tránsito, derribaron árboles y obligaron la cancelación de algunas carreras hípicas.
A juicio del Servicio Meteorológico la acumulación de agua podría alcanzar el miércoles 510 milímetros en algunas zonas apartadas. Según los pronósticos, el miércoles pasará la primera fase de la tormenta y tras un breve receso se reactivará la noche de Navidad.
Un alud de piedras y lodo ocurrido la noche del domingo obligó el cierre de un tramo de 30 kilómetros de la carretera de la Costa del Pacífico entre Malibú y Oxnard. La Patrulla de Caminos de California dijo que no hubo heridos por este hecho.
El temporal azota desde el viernes al Estado, después de que un gran frente de tormenta procedente del golfo de Alaska se topó con una masa de aire húmedo subtropical del océano Pacífico.