El llamado "invierno boliviano" tiene en alerta al Norte Grande del país, luego de que la Dirección Meteorológica anunciara lluvias de tipo moderadas a fuertes, las que se extenderían desde anoche hasta el sábado 14 de enero.
Las lluvias afectarían la precordillera y cordillera de las regiones de Arica, Tarapacá y Antofagasta, las que están siendo monitoreadas por la Onemi a raíz del riesgo de aluviones en la zona, activándose, además, el sistema de protección civil. "Nos preocupa, en especial, lo que pueda pasar en Camiña, donde el pueblo entero está en una quebrada, muy arraigados. Por eso estamos monitoreando con ayuda del Ejército cualquier variación en el nivel de los cauces, para alertar a la población", señala Alvaro Hormazábal, director regional de Onemi Tarapacá.
Las lluvias pronosticadas variarían desde los cinco a los 20 mm diarios, con un peak máximo para mañana de 30 mm en la cordillera de Antofagasta. "Si bien estábamos con precipitaciones leves desde el 29 de diciembre, éstas eran puntuales, sólo por la tarde, y se alcanzaban a evaporar. Ahora, como el nivel de lluvia sería mayor, y por varios días seguidos, el riesgo es que no se alcance a evaporar y el suelo se sature con el agua" agregó Hormazábal.
En tanto, Gabriela Morales, experta del Centro Meteorológico Regional Norte, dijo que "la precipitación en estos eventos es mayoritariamente convectiva, eso quiere decir que concentra mayor cantidad de agua en ciertos puntos. Depende de dónde se concentre la nubosidad, no es que llueva parejo en toda la zona".
Hasta hoy, la Onemi mantenía una alerta amarilla para las regiones de Arica y Tarapacá, y alerta temprana preventiva en la provincia del Loa y la comuna de Antofagasta. A nivel local, los comités de emergencias regionales ya se coordinaron para prevenir riesgos.
Ricardo Munizaga, director de la Onemi Regional de Antofagasta, alertó el riesgo de aluviones y explicó que ya se iniciaron las coordinaciones para advertir a los turistas en San Pedro de Atacama "para que eviten la exposición en sitios más eriazos, como valles y quebradas, por lo menos hasta que pase esta condición climática, ya que existe el riesgo de remoción en masa en lugares más aislados".
Las lluvias estivales altiplanicies serían similares al monzón de la India, pero de menor intensidad. "Es un flujo de aire tropical que viene del este, con mucha humedad y mucha temperatura, que en Sudamérica choca contra la cordillera, y en algunos casos, como este, logra alcanzar a las ciudades de nuestro altiplano, proyectándose hasta la altura de Antofagasta", explica Alvaro Mauro, encargado del Laboratorio de Meteorología de la Universidad de Santiago.
Por su parte, el geógrafo experto en aluviones en zona desértica y profesor en la U. Academia de Humanismo Cristiano, Reinaldo Borger, es enfático en señalar que "la situación de viviendas, de rutas y control de quebradas en nuestro desierto no está preparada para recibir lluvias del invierno boliviano".
Por ello, para disminuir los riesgos, el Ministerio de Obras Públicas está desarrollando un plan de obras de control aluvional por US$ 362 millones en cinco regiones del país: Tarapacá, Antofagasta, Atacama, Metropolitana y Aysén.