Ondas gravitacionales: otra predicción de Einstein
A cien años de ser descritas por Albert Einstein en la teoría de la relatividad, en febrero de 2016, el Observatorio de Detección de Ondas Gravitacionales (LIGO), un dúo de instrumentos ubicados en Washington y Luisiana (EE.UU.) detectó por primera vez la señal de las ondas gravitaciones que surgieron del choque de dos agujeros negros (que dieron forma a uno mayor) a 1.300 millones de años luz.
El descubrimiento es catalogado como lo más importante del año, según la revista científica Science, y habría sido Nobel seguro de no haber sido publicado después de la fecha considerada para la elección.
En 1915, en la teoría de la Relatividad General, Einstein afirma que el espacio y tiempo se deforman por la presencia de materia y energía. Así, cuerpos como la Tierra o el Sol, curvan el espacio y alteran el paso del tiempo a su alrededor, siendo esta deformación mayor mientras más pesado sean los cuerpos. Si el objeto se mueve, pierde energía y genera ondas gravitacionales. En este caso, fue una colisión de dos agujeros negros, de 36 y 29 masas solares, que dio lugar a un nuevo agujero de 62 masas solares, la que permitió la detección.
Este año, LIGO continuó detectando ondas gravitacionales y sus detectores son de 15% a 20% más sensibles ahora. El próximo año tendría un nuevo ayudante en Italia, VIRGO que comenzará a tomar datos desde marzo, lo que permitirá identificar la fuente de las ondas gravitacionales para que los telescopios más convencionales puedan darle seguimiento y comprobar si es posible ver qué las provocó.
Próxima B, el vecino más parecido a la Tierra
Próxima b es un planeta que rodea a la estrella enana roja Próxima Centauri, a 4,2 años luz del Sistema Solar. Tiene una masa 1,3 veces superior a la de la Tierra, por lo que podría ser rocoso y, por la distancia a su estrella, de existir agua, su temperatura permitiría que se mantuviera líquida.
Esas características hacen de este exoplaneta -presentado en agosto de este año- el más cercano y parecido a la Tierra, además del principal candidato para encontrar vida fuera del Sistema Solar, aunque a una distancia inalcanzable con las actuales naves espaciales.
Las enanas rojas, como Próxima Centauri, son pequeñas y de temperatura más baja que el Sol, por lo que sus zonas habitables son más cercanas a ellas y eso significa que los planetas que la rodean probablemente tienen anclaje mareal (que sólo un lado del planeta está apuntando a la estrella). Además, está expuesta a sus bengalas, por lo que so no se sabe cómo eso podría afectar a su atmósfera.
Los simios saben cuando te equivocas
Algunas pruebas habían demostrado que los simios tienen suficiente conocimiento para, por ejemplo, engañar a un compañero o reconocer los motivos de otros. Ahora se sabe que también tienen la capacidad de determinar cuándo otros tienen una falsa creencia, considerado algo exclusivo en el desarrollo cognitivo humano.
En los niños, la capacidad de entender intenciones o pensamientos de los demás se produce, en general, antes de los cinco años y marca el comienzo de la habilidad de comprender las emociones de la gente que los rodea, esencial para relacionarse y predecir lo que el otro puede hacer.
La máquina venció al humano
En marzo, el programa informático AlphaGo, diseñado por Google DeepMind para jugar el juego de origen oriental Go, derrotó al mejor jugador del mundo, el surcoreano Lee Se-dol, por 3-0, en un duelo concebido a cinco partidos, lo que es considerado un hito para la inteligencia artificial.
Hace 20 años, el Deep Blue de IBM venció a Garry Kasparov en un juego de ajedrez, pero Go, aunque es un juego más sencillo, tiene muchísimas más opciones que el ajedrez, por lo que AlphaGo tuvo que usar un enfoque diferente. Para ello, estudiaron cientos de miles de juegos Go en línea jugados entre humanos, y utilizaron esas secuencias de movimientos como datos para crear un algoritmo de aprendizaje automático. Logró algo parecido a la intuición humana.
De proteínas de diseño a metalentes
Otro de los destacados de Science es la creación de proteínas de diseño y diferentes a todo lo encontrado en la naturaleza; la producción de crías de ratón a partir de óvulos crecidos completamente en laboratorio y los avances para determinar cómo y cuándo los humanos modernos dejaron África. En este sentido, 2016 dejó múltiples datos genómicos que casi han demostrado que la mayoría de las personas que hoy viven fuera de África descienden de una sola migración.
También destacan la creación de un dispositivo portátil para secuenciar genoma, que se puso a disposición este año y permite leer las letras de ADN directamente, gracias a una tecnología llamada nanopore, y la utilización de chips para crear la primera lente de metamaterial, o metalente, que puede enfocar todo el espectro de luz visible.
Nueva fuente de la juventud
La eliminación de células desgastadas extiende la vida sana de los ratones de laboratorio, así lo determinó un grupo de investigadores de la Clínica Mayo, que probó que los tratamientos dirigidos a matar estas células, o bloquear sus efectos, podría ayudar a combatir las enfermedades relacionadas con la edad en los seres humanos.
Los ratones a los que se eliminó las células viejas, resultaron ser más sanos, en varias maneras, que el grupo de control, sus riñones funcionaban mejor y sus corazones eran más resistentes al estrés, tendían a explorar sus jaulas más y a desarrollar cáncer a una edad posterior. La eliminación de las células senescentes también extendió la vida útil de los ratones en un 20-30%.