La Copa Mundial de Clubes disputada en Marruecos entre el 14 y 20 de diciembre significó al país pérdidas de entre 20 y 30 millones de dólares en gastos logísticos, según informó el diario Ajbar al Yaum.
El medio, que cita estimaciones de fuentes que no identifica, explica que estas pérdidas se han producido por los gastos de transporte y de alojamiento, concretamente los de "los invitados de alto nivel".
También han influido los gastos por el cambio de un partido de la semifinal previsto en Rabat a Marrakech debido al mal estado del estadio de la capital y la distribución de un gran número de entradas gratuitas.
El escándalo del estadio de Rabat, causó una gran indignación en el país, ya que se invirtieron 25 millones de dólares en su renovación para el Mundial de Clubes.
El rey de Marruecos Mohamed VI suspendió de forma provisional las actividades del ministro de Deportes, Mohamed Uzin, y le impidió asistir a la final, que ganó el Real Madrid frente al San Lorenzo.
El monarca pidió también al presidente del Gobierno, Abdelilah Benkirán, que lleve a cabo una "investigación en profundidad sobre las irregularidades" y varios medios marroquíes apuntan a que hoy la comisión de investigación presentará sus resultados al jefe del Gobierno.