Si todo avanza como está presupuestado, a fines de esta semana Codelco y Anglo American firmarán el pacto que pondrá fin a la mayor disputa empresarial de las últimas décadas. El acuerdo, que incluirá, además, a dos multinacionales japonesas, permitirá traer la paz a un conflicto iniciado hace 10 meses y que arrastró a ambas partes a una fuerte lucha en medios de comunicación y tribunales. La sigilosa negociación iniciada hace unos meses está casi terminada. Sólo resta la siempre relevante redacción de los contratos. "El diablo está en los detalles", dice un observador atento al desarrollo de una semana clave.
Ambas partes pactaron en tribunales una tregua hasta el viernes 24 de agosto. Y mientras los textos no estén firmados, Codelco y Anglo se niegan a dar por cerrado el capítulo abierto el 12 de octubre de 2011, día en que la cuprera chilena anunció que pretendía ejercer en enero de 2012 una opción para adquirir hasta el 49% de Anglo American Sur (AAS) y que para ello había conseguido un crédito por hasta US$ 6.750 millones de la nipona Mitsui, a la que luego podría vender el 24,5% de su nuevo activo en US$ 4.880 millones.
Al silencio inicial de Anglo American, dueña del 100% de Anglo Sur, siguió la contraofensiva: la británica acusó que la opción de Codelco se gatillaba sólo en enero de 2012 y no antes, y como reacción preventiva vendió en noviembre a otra japonesa, Mitsubishi, un 24,5% de AAS, en la inesperada cifra de US$ 5.390 millones. Codelco acusó incumplimiento de contrato y demandó a Anglo. La europea replicó con sus propias acciones legales y se negó a venderle parte de AAS. No había salida. Hasta que decidieron sentarse a conversar.
El pacto que se pretende firmar esta semana supondría beneficios para Codelco y el Fisco chileno por más de US$5.000 millones, calculan expertos conocedores de la minera estatal.
El monto considera varios factores, pero el más importante es la compra del 24,5% que finalmente Anglo accedería a transferir. Codelco pagaría por ese porcentaje poco más de US$2.000 millones. Pero el valor de mercado de ese porcentaje quedó fijado en la compra de Mitsubishi: US$5.390 millones. Con ello, Codelco adquiriría a buen precio una porción de la mina Los Bronces (ex Disputada de Las Condes), que producirá 490 mil toneladas de cobre al año. El valor inicial de la opción por el 24,5% era de US$3.000 millones, pero la baja del cobre, la repartición de dividendos y un descuento adicional de Anglo habrían rebajado el pago final.
La segunda ganancia provendría de dos pertenencias mineras que Anglo le cederá a Codelco, aledañas a Andina, yacimiento de la estatal. Codelco encargó estudios que fijaron un valor cercano a los US$400 millones para ese activo, según expertos consultados.
El tercer beneficio cuantificable sería para el Fisco. Anglo pagó impuestos por US$1.015 millones por la ganancia de capital que hizo al vender el 24,5% a Mitsubishi. Ahora debería agregar cerca de un tercio de esa cifra por la venta a Codelco del otro porcentaje, a un menor precio. Codelco podría decir que su jugada forzó a Anglo a vender cuando no quería hacerlo y generó impuestos equivalentes a un año de lo que se obtendría con la reforma tributaria.
La minera estatal, asimismo, entraría a AAS, donde compartirá con Anglo y Mitsubishi, y firmaría un pacto de accionistas para su convivencia futura. Y entraría aliado a su socio original: Mitsui. La nipona tendría el 17% de Acrux, la sociedad que compraría el 24,5% de AAS. A Acrux se le agregará otro 5% que accedió a vender Mitsubishi para viabilizar el acuerdo. Ese porcentaje sería pagado por Mitsui al mismo precio por acción que canceló Mitsubishi en 2011, sin descuento. Acrux, así, será un vehículo nuevo que permitirá a Codelco, junto a un socio con espaldas, crecer en Chile y el exterior en nuevos proyectos.
La estatal tendría otro beneficio inmediato: mejorar sus balances, porque podría contabilizar entre sus activos el 29,5% de AAS (que controla a través de Acrux) al valor de mercado (unos US$6.500 millones), lo que le daría holguras financieras, ya que los pasivos que podría agregar son muy inferiores a esa cifra. "Ello mejorará su relación deuda/patrimonio y su capacidad de endeudamiento", dice un experto. La compra será financiada por Mitsui.
Por último, hay un tema de tiempo. Codelco y Anglo cerrarían la transacción en agosto de 2012 y no en tres o cuatro años más, cuando se estimaba el término de una controversia judicial de final incierto, aprovechando desde ya los beneficios económicos de la transacción.
Anglo, por su parte, revalidaría el diseño que propuso en noviembre al vender a Mitsubishi el 24,5% y reservar igual porcentaje para Codelco y, más importante, volvería inobjetable la estrategia de defensa de hace 10 meses, cuando recibió una andanada de críticas públicas por cerrar el camino a la estatal.
En Codelco hay preocupación en el sentido de que los eventuales beneficios del pacto no sean bien comprendidos por la opinión pública y que dirigentes políticos y sociales los acusen de haber renunciado a su pretensión original de tener el 49% de AAS y regresar al mismo punto de noviembre pasado. Pero la minera local cree que el beneficio del actual acuerdo no es tan distinto del que conseguiría al adquirir, con pura deuda, ese 49%, ya que luego traspasaría la mitad a Mitsui y se quedaría sólo con 24,5%. Como todos, incluidos los japoneses, cedieron algo y presentarán el acuerdo como un éxito, la pregunta será quién ganó más. Más allá de eso, "ni Anglo ni Codelco llegarían a este acuerdo si no consideraran que consiguieron un pacto equilibrado para todos", concluye un experto.