Metro casi siempre pierde dinero, pero eso no es novedad: la alta demanda de recursos en inversiones estructurales hace imposible al tren subterráneo metropolitano, así como otras firmas semejantes en el mundo, ganar dinero en su línea final de resultados. Por ello el Estado aporta dos tercios de las inversiones requeridas en ampliaciones y Metro pone el tercio restante.
Pero operacionalmente, durante años ha sido una empresa sana, que obtiene excedentes. Una de sus misiones expresas es mantener "un resultado operacional positivo, a través de la optimización de costos e ingresos tarifarios y no tarifarios", describe en su memoria. Aquello se ha logrado. Pero se ha ido deteriorando.
El margen Ebitda (utilidades antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización) en relación a sus ingresos ha venido bajando en los últimos años, descendiendo desde 37,37% en 2011 a 28,35% a junio de este año, según sus balances a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS).
En un reporte de abril, la agencia clasificadora Fitch Ratings reconocía que la firma tenía un desempeño estable y mantuvo su clasificación de riesgo. "Las clasificaciones incorporan la expectativa que el margen Ebitda de Metro pueda mantenerse en el rango de 30%-35% en el período 2014-2015". decía Fitch. Esa cifra es la que ahora retrocede.
La ganancia bruta (ingresos menos costos) suma $ 11.451 millones a junio. Y aún restándole los gastos de administración por $ 9.989 millones, el resultado sigue siendo positiva.
Pero en la última línea, las pérdidas de la empresa suman $ 53.023 millones a junio, mucho más que los $ 35.721 millones del año anterior. Gran parte de aquello se explica por la variación del tipo de cambio, dicen expertos, y la colocación de bonos por US$ 500 millones realizada por la empresa a comienzos de año.
Un problema de energía
Parte del mal desempeño de la compañía radica en un factor clave en su estructura de costos: la energía. Metro es una compañía intensiva en su uso y negocia sus contratos de suministro a largo plazo. "Los gastos en energía aumentaron producto del nuevo contrato de abastecimiento de suministro eléctrico suscrito por Metro a partir del mes de abril de 2014, el que considera el precio de la energía a costo marginal (precio de mercado) no a precio nudo como el contrato anterior", dicen los estados financieros a la SVS. Mientras a junio los gastos por compra de energía saltaron un 43%, sólo en el segundo trimestre subieron 77%, a $ 7.842 millones.
En 2004, Metro firmó un contrato a 10 años con Chilectra a precio de nudo, lo que implicó una tarifa de suministro cercana a US$ 80 MW/h. Este año venció el contrato y la empresa firmó a tres años con un nuevo abastecedor: EnorChile, del empresario Carlos Cardoen.
La actual tarifa, sin embargo, es a precio de mercado, lo que significa someterse a una energía que baja o sube en su precio según el nivel de precipitaciones del país. En abril, el costo marginal promedio del Sistema Interconectado Central (SIC) llegó a US$ 141 MW/h, y en julio, a US$ 195 MW/h, más del doble de lo que pagaba Metro en su anterior contrato.
Cercanos a la firma, sin embargo, dicen que esa alza era un efecto esperado del nuevo contrato; pero podría darle estabilidad a Metro en el mediano plazo si el precio de mercado se estabiliza. Además, agregan que la tarifa a usuarios se actualiza mensualmente según un polinomio que incorpora IPC, dólar y precio de la energía, entre otras cosas. "Lo anterior permite un hedge natural ante variaciones del costo", dice la empresa estatal en sus reportes.
El aporte financiero que debe realizar Metro para su plan de inversiones en nuevas expansiones ha implicado un aumento en su nivel de endeudamiento. De hecho, sus pasivos aumentaron en 26,6% en 2013 respecto al año anterior.
"El endeudamiento financiero de Metro es alto", escribió Fitch Ratings en abril de este año.