Una lista de chequeo, que recorre las principales disposiciones de la nueva Ley Antitabaco, portarán los fiscalizadores municipales y sanitarios que tendrán a su cargo la vigilancia de la norma, que debutará el viernes y que prohibirá fumar en todo espacio cerrado de acceso público.

Se trata de un manual que divulgó el Minsal ayer para alertar a la industria y a los funcionarios sobre las situaciones que ameritan infracciones a la ley, en lo contemplado para los sitios donde se prohibirá el tabaco, la venta de estos productos, la publicidad y el contenido de las cajetillas de cigarros (ver infografía).

Según el documento, en un recinto cerrado, restaurante o discoteca, los inspectores fiscalizarán que las advertencias antitabaco estén colgadas. También se revisará si al interior hay personas que hayan desafiado la prohibición y estén fumando. De ser así, recibirán una multa de 2 UTM, casi 80 mil pesos. Además, los inspectores podrán utilizar medios probatorios de que la ley se ha incumplido, ante la presencia de colillas, ceniceros o humo de tabaco. Las fotografías, como muestra de la infracción, también serán admitidas.

La nueva ley dispone que serán los encargados de cada local los responsables de inhibir el consumo de cigarrillos. Así, en caso de que se constate la infracción, el encargado se expone a la misma multa de 2 UTM, pero multiplicada por la cantidad de personas que hayan sido sorprendidas en el delito. Sin embargo, para quedar exentos de la sanción, bastará con que el locatario demuestre al fiscalizador que hizo la denuncia -vía mail o telefónica- a la seremi de Salud, para alertar lo ocurrido tras intentar, sin éxito, revertir la conducta del fumador. "Hay un problema de desconocimiento, de no saber cómo opera un restaurante. Si alguien es tozudo e intenta fumar, lo va a hacer cuando haya más gente y el personal a cargo va a ser responsable de hacer cumplir una ley, cuando no nos corresponde ni es nuestro trabajo hacer de policías", dijo Fernando de la Fuente, presidente de la Asociación Chilena de Gastronomía.

Otra queja sobre la fiscalización expresó la Asociación Chilena de Municipalidades, al plantear que existen municipios que no cuentan con los recursos para desarrollar labores de vigilancia de esta ley. Al respecto, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, sostuvo que la propia aplicación de la ley genera recaudación adicional para financiar los gastos extraordinarios, debido a que las multas son de beneficio municipal y que se debe llegar a cinco fiscalizadores por cada 100 mil habitantes.

"Fiscalizar cada lugar en Chile donde se podría fumar en espacios cerrados es verdaderamente utópico e independiente de que esta ley tenga sanciones, lo que nos interesa es que haya un cambio cultural que lleve a que la ciudadanía se empodere y haga que la regla se respete", dijo Mañalich, quien añadió que la meta es bajar en 20% la conversión de jóvenes en adictos al tabaco y reducir a menos del 30% la tasa de consumo en fumadoras menores de 18 años.