No esperan por un concierto de rock ni por un partido de la selección. Tal como ocurre en EE.UU., entre bolsos, sacos de dormir, un MacBook y bandejas con restos de pizza, profesionales y estudiantes de entre 20 y 30 años fanáticos del iPhone ya se encuentran en las afueras de la operadora Claro en Av. Apoquindo 2968, expectantes por la salida de la sexta generación del dispositivo, que será vendido en todas las compañías a partir de las 00:00 horas de este viernes.
Uno de ellos es Cristian, abogado independiente que confiesa ser fiel seguidor del smartphone desde el iPhone 3G, el primer modelo que llegó a Chile, y que desde entonces ha sido propietario de todas las versiones: "el año pasado llegué en primer lugar y la empresa me regaló un teléfono, por eso espero que en esta oportunidad ocurra lo mismo". Según cuenta, los 10 primeros de la fila serán recompensados con un regalo o descuentos.
Pero no está solo. El año pasado, él y otros cuatro usuarios se hicieron amigos y decidieron repetir la experiencia, esta vez luciendo orgullosos una polera del iPhone 6, diseñada por ellos mismos. Nicolás, estudiante de ingeniería informática, llegó a las 8 de la mañana del miércoles, por lo que hasta esta noche cuando comience a ser vendido el smartphone, cumplirá 40 horas de espera.
"Es entretenido, compartimos y lo pasamos bien. Somos todos amigos", señala.
Nicolás dice que se organizó con cosas sólo para un día, y que lo de hoy está todo improvisado: baños, comida y el lugar de descanso. Afirma que su intención es "actualizar la tecnologia que me acompaña día a día, la pantalla, batería, rapidez, y que por sobre todo, quiero tener el iPhone antes que otras personas".
En cuanto a la competencia, cuentan que "si hicieran lo mismo con un teléfono Android no pasa lo mismo, no está ni cerca".
"Tienen errores, fallas de seguridad y demasiadas versiones, entonces se hace confuso y desordenado, por eso la fidelización de los usuarios de Apple es mayor", indican.
Pero la paciencia tiene sus riesgos. Gloria es profesora de educación física y también llegó a las 8 de la mañana de ayer miércoles, aunque su cansancio físico se hace evidente: "es mi ultimo año, hoy me jubilo, es muy agotador. Además, ponemos la vara mas alta cada año en llegar mas temprano, hoy dormí solo media hora", cuenta.