El panorma de la central nuclear de Fukushima muestra hoy algún signo de estabilización, al menos en lo que dice relación con los trabajos para reactivar el suminitro eléctrico. Los técnicos lograron conectar los seis reactores  a cables externos de energía, lo que vislumbra una pronta recuperación total del suministro eléctrico.

Sin embargo, las autoridades adelantan que dicha posibilidad podría llegar en uno o varios días. A juicio de la televisión pública NHK, que cita a un portavoz de la Agencia para la Seguridad Nuclear, la electricidad en los reactores 1 y 2 podría reactivarse mañana y la de las unidades 3 y 4 un día después.

Los operarios trabajan en situaciones extremas, rodeados de elevados niveles de radiactividad, a menudo a ciegas y en un panorama de tres unidades destruidas por explosiones de hidrógeno y una cuarta a causa de un incendio.

Empleados de Tokyo Electric Power (TEPCO), la operadora de la central, junto con militares y equipos de bomberos desplazados desde Tokio y Osaka se esfuerzan desde hace once días por evitar que la temperatura del combustible nuclear se dispare y emita elevadas cantidades de radiactividad.

Camiones de bomberos retomaron hoy el vertido de agua en el reactor número 3, al tiempo que un vehículo especial utilizado normalmente para bombear cemento se centró en la unidad 4, donde preocupa la piscina de almacenamiento, que guarda una gran cantidad de combustible nuclear utilizado.

Mientras se trata de controlar la planta nuclear, operativa desde 1971, las autoridades vigilan los niveles de radiación en la zona, donde un radio de 20 kilómetros alrededor de la central ha sido evacuado y se ha recomendado a los vecinos que están entre 20 y 30 kilómetros que no salgan de sus casas.

Según el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), en la localidad de Namie, a 20 kilómetros de la planta, el nivel de radiactividad ha llegado a ser 1.600 veces mayor de lo habitual, hasta los 161 microsievert por hora.

En los lugares más alejados, como las provincias de Saitama, Chiba, Kanagawa y la propia capital, Tokio, las mediciones del Gobierno nipón, la OIEA, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y expertos estadounidenses indican que los niveles de radiación están muy por debajo de ser peligrosos para la salud.

AGUAS CONTAMINADAS
La inquietud por el alcance de la contaminación aumentó al confirmarse hoy que las zonas marinas próximas a la central nuclear también muestran niveles de radiactividad por encima de lo normal. Según TEPCO, una muestra de agua marina recogida ayer en un radio de 15 kilómetros de la central reveló un nivel de yodo radiactivo I-131 más de 126 superior al límite legal.

El nivel se había reducido en esa misma área a primera hora de hoy martes hasta ser 30 veces superior al límite, indicó TEPCO.

El Gobierno japonés indicó que aún es pronto para saber si los productos pesqueros de la zona están contaminados y aseguró que pronto se realizarán análisis para evaluar el impacto de la radiactividad en el mar.

También apuntó a que en la actualidad en el mercado no hay productos pesqueros procedentes de Fukushima, al tiempo que instó a las vecinas provincias de Ibaraki y Chiba a estrechar los controles en este sector.