Este 14 y 15 de marzo se llevó a cabo la quinta edición en Chile del festival Lollapalooza. Una versión que estuvo en el ojo de la crítica por sus años en el país, esperando superar todas las ediciones anteriores.
Con grandes momentos y masivas ovaciones, el encuentro vivió difíciles instantes como la baja de artistas, incluso a horas del show, hasta una convocatoria que no logró las expectativas.
LO MEJOR
La presencia chilena: El primer día, los chilenos de Congreso celebraron sus 45 años de carrera con una gran concurrencia, hecho que la propia ministra de cultura, Claudia Barattini, alabó desde la carpa de prensa. Siguiendo con los nacionales, 3x7 veintiuna llenaron de folclor el Kidzapalooza, con una exitosa recepció que bailó cuecas y coreó un compacto de cumbias. Zaturno llenó de hip hop el Acer/Windows 8 stage a las 3 de la tarde, lo mismo que a las 18.00 horas hizo la Familia Chilenita del Funk con un coreado show pimponeado entre Los Tetas y Chancho en piedra.
Ana Tijoux fue la gran representante femenina del evento, demostrando su merecido show estelar.
A pesar de salir a escena a las 12.00 horas, Quique Neira supo reunir público en el VTR stage, que coreó sus éxitos solista y de su ex banda, Gondwana. Pedro Piedra y más tarde Astro dejaron en claro su presencia en los escenarios más masivos del evento. Otra sorprea fue Portavoz, el rapero chileno que supo consolidar su apuesta.
Shows memorables: La variedad de géneros produjo numerosos momentos para el recuerdo. Dejando de lado la exitosa apuesta chilena, el público despertó el primer día con los mexicanos de Molotov, que lograron una masiva y encendida concurrencia que saltaba bajo un intesso calor. Más tarde, The Kooks reunió al público juvenil, quienes se trasladaron en masa para ver un energético show de Foster The People.
Mientras caia el sol, sorprendió la efervescencia causada por unos añosos The Smashing Pumpkins, y una himpnótica St. Vincent cautivó a los presentes. La noche fue del carismático Jack White, antecedido por un potente show de Skrillex.
La segunda jornada, la que con mayor venta, vivió un nostálgico y encendido show de The Specials.
El esperado show de Heavysaurios en el Kidzapalooza llenó de rock infantil el escenario familiar, mientras que Damian Marley logró emotivos momentos cantando los tradicionales hits de su padre, Bob Marley.
Robert Plant reunió el mayor público de la jornada, siendo ovacionado desde su ingreso al escenario.
La genialidad de Kings of Leon y la fuerza de Major Lazer cerraron el evento pasadas las 23.30 horas.
El poder de la electrónica: Los escenarios de Lollapalooza permiten un gran despliegue de la electrónica. Por ejemplo, el sábado, los presentes inundaron el Coca cola stage para presenciar el show de Skrillex, que desde el inicio se ganó los gritos del públic con hits como Make It Bun Dem, que interpreta con Damian Marley. El segundo día, los ingleses de Rudimental hicieron lo suyo en el Movistar Arena, mientras que la noche fue del DJ Calvin Harris, cuyo espectacular show de luces y potente sonido, que se escuchó a kilómetros del Parque O'Higgins, marcó la última jornada.
LO PEOR
Cancelaciones: La baja de Jorge González fue la más sentida. El chileno debió ausentarse de su debut en el evento por el accidente vascular que lo aquejó hace algunas semanas, siendo reemplazado por Ana Tijoux. Solo un par de días antes, la banda NOFX anunció su ausencia, lugar que ocupó la improvisada incorporación de The Last Internationale. Horas antes de su show en el Lotus stage, la banda africana Tinariwen debió suspender su presentación por problemas en su vuelo desde México.
Shows con poca convocatoria: La gente arribó al Parque O'Higgins se manera paulatina. Las altas temperaturas produjeron que, ambos días, el público llegara en masa después de las 13.00 horas. Fue así como escenarios como el Acer/Windows 8 stage y el Lotus stage convocaran a menor asistentes, en presentaciones como Marineros e incluso Mass Mental.
Altas temperaturas: Aunque no fue un impedimento para repletar shows como el de Molotov o The Specials, la intensidad del sol generó el pronto agotamiento del público, que repletaba cuanta sombra generaban los árboles del recinto, con un termómetro que bordeó los 33 grados.
Baja asistencia: Aunque quienes asistieron este domingo vieron cómo la segunda jornada estaba totalmente colmada de público, las cifras no fueron las esperadas. Según las primeras estimaciones, la quinta edición logró unos 60 mil asistentes cada día, distante de los más de 70 mil de la versión 2014, momento en que se alabó el sostenido crecimiento de público desde el estreno en 2011.