Para los organizadores de la versión chilena de Lollapalooza, la consolidación de su marca y el aumento de sus números ha sido una constante en el balance de cada edición. Por eso, el anuncio dado a conocer ayer por la productora Lotus, en el que se confirma que en 2018 las tres ediciones sudamericanas del festival crecerán a tres días, es visto por ellos como una "evolución natural" para un evento que se apresta a cumplir ocho años en el país.
"Hace varios años que se evaluaba tentativamente esta alternativa, pero ahora se conversó seriamente y se tomó una decisión en bloque entre Chile, Argentina y Brasil, lo que le da más solidez también", explica Sebastián de la Barra, uno de los socios de Lotus, a propósito de este cambio, quizás el más importante que ha tenido la cita desde que debutó en el Parque O'Higgins en 2011.
Así, en 2018 el mayor festival de música chileno comenzará por primera vez un viernes, el 16 de marzo, para luego continuar el sábado y domingo siguientes (17 y 18 de marzo), como ha sido durante sus últimas siete versiones. Además, en otro hito inédito, el evento se realizará en Chile durante los mismos tres días en que se llevará a cabo la versión argentina, lo que supone un desafío mayor en términos de coordinación y logística. Un escenario que, en cualquier caso, no altera los ánimos en la promotora a cargo, donde parecen acostumbrados a los constantes cambios y apelan a la experiencia para sacar adelante esta nueva modalidad del evento sin contratiempos.
"Los desafíos no cambian mucho, seguimos buscando la excelencia a nivel artístico y en cuanto a servicios para el público", asegura De la Barra, quien anticipa una asistencia cercana a las 240 mil personas para las tres jornadas del evento, pensando en que, tal como este año, serán 80 mil los asistentes que llegarán a diario al Parque O'Higgins. "Queremos seguir mejorando la experiencia y en base a las encuestas que hemos hecho vamos a poner más baños, a aumentar las señaléticas y los puestos de comida, pero la complejidad es la misma. Para nosotros, un día más de festival implica generar más puestos de trabajo y anticipar un día la producción, y aunque significa más trabajo se mantiene la dinámica", agrega.
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Donde sí se están tomando resguardos es en la logística de la jornada inaugural, tomando en cuenta que por primera vez Lollapalooza se realizará durante un día hábil, lo que implica algunos ajustes y "una coordinación especial que ya estamos empezando a tener con las autoridades", cuenta De la Barra. "Pero también hay que considerar que Lollapalooza Argentina se realiza los viernes hace muchos años, en una ciudad con mucha mas gente y mas tráfico que Santiago. Más del 90 por ciento de los festivales en el mundo son de viernes a domingo y todo funciona bien", añade.
Y aunque en abril pasado deslizaron la opción de utilizar otras zonas del Parque O'Higgins, que este año a ratos se vio sobrepasado debido a la alta afluencia de público, en Lotus descartan que esa ampliación tenga lugar en la próxima edición. "Obviamente hay cosas que podemos mejorar, pasillos que podemos agrandar, estamos en constante evolución y a medida que veamos cómo se da todo evaluaremos cómo mejorar las cosas que quizás este año se vieron sobrepasadas", comenta Maximiliano del Río, otro de los socios de la firma.
Cartel avanzado
Con el aumento a tres días de festival, serán aproximadamente un centenar de artistas los que estarán en la versión 2018 del evento, como parte de un cartel que ya tiene varios nombres cerrados, pero que se oficializarán en los próximos meses. "Queremos sorprender y salir con algo sólido el próximo año, donde hayan grandes bandas, desde clásicos hasta grupos nuevos y lo que va a dar que hablar en los próximos años", adelanta De la Barra, quien reconoce que hubo una mayor dificultad en las negociaciones al tener que fichar a más grupos y solistas para el mismo período.
"Pero si bien cuesta más, estamos contentos, hay varios nombres cerrados y va a ser un lineup histórico, con más de cien artistas en siete escenarios", agrega el productor, quien asegura que habrá más variedad estilística, y no descarta que puedan repetirse algunos cabezas de cartel que ya estuvieron en versiones anteriores.
En cuanto a las entradas, estas comenzarán a venderse el 17 de agosto por Puntoticket, con abonos por los tres días (los pases diarios saldrán a la venta cuando el line up sea anunciado) a $95.200, como parte de la fase de venta "early bird". Una vez agotado ese stock, comenzarán los siguientes tramos de venta, que irán desde la Preventa 1 ($128.800) a Normal ($201.600).