Siguiendo la tónica del sábado pasado, la despedida de la edición 2017 de Lollapalooza Chicago se vivió con un Grant Park repleto. La diferencia de convocatoria entre el fin de semana y los días laborales -el evento comenzó el jueves- fue notoria, y de seguro será algo que la organización de Lollapalooza Chile tendrá en consideración para el próximo año, cuando la cita musical comience por primera vez un viernes en Santiago.

Un inicio de día con nubes negras en el cielo traía malos recuerdos sobre el día jueves, cuando el festival debió cancelar las presentaciones de la noche por una breve pero fuerte tormenta. Pero no. El cielo terminó dando paso a un sol que trajo el calor a la última jornada de maratón musical, que ostentaba uno de los carteles más variados en géneros y propuestas de esta edición 2017 del festival creado por Perry Farrell.

Con más de cien mil personas circulando en el Grant Park, moverse dentro del recinto no resultaba fácil -a pesar de sus amplios caminos- y la mayoría de los artistas contaron con un buen margen de público. El pop de voz femenina comenzó dominando la tarde. La británica Charli XCX, conocida por su participación como cantante y compositora en singles como I love it de Icona Pop y Fancy de Iggy Azalea -la que interpretó en formato remix, rapeando ella misma los versos de su ausente compañera-, además de su propia carrera como solista, convocó a la audiencia más numerosa que se haya visto en el escenario Lake Shore, uno de los secundarios dentro del parque, pero que no parecía tal en el show de la inglesa. Los siguió la sueca Tove Lo -que pasó este año por Lollapalooza Chile- quien tuvo un eufórico recibimiento, con la explanada frente al escenario principal del Grant Park saltando cada una de sus canciones.

Los seguidores del hip hop tenían una jornada maratónica por delante, con tres presentaciones programadas para cerca del final del día: Lil Yatchy, Joey Badass y, por último Big Sean, oriundo de Detroit y colaborador frecuente de artistas como Kanye West. El rock indie también sería protagonista del día. La jornada comenzaría con Car Seat Headrest y cerraría con The Shins, además del número principal del día y uno de los nombres más esperados del festival: Arcade Fire, presentando su disco recién publicado, Everything now, y quienes al cierre de esta edición aún no se presentaban, así como el resto de los números de la noche en Lollapalooza.

Los canadienses mostraban anoche el show basado en su último álbum, el que en diciembre traerán al Movistar Arena en su primer concierto en solitario en el país, a cargo de la productora Lotus (la misma tras Lollapalooza Chile y que invitó a La Tercera al evento de Chicago).

Cerrando una nueva edición en Estados Unidos, Lollapalooza piensa ahora en Berlín, donde se llevará a cabo en septiembre. De ahí, la siguiente parada será en Sudamérica en marzo, donde vivirá una prueba de fuego en Chile al realizarse por primera vez durante tres días.