Dos de los más grandes eventos musicales que se realizan en Estados Unidos le han declarado la guerra a los famosos palitos que cada día se vuelven más codiciados, los selfie stick.
Por su parte, Coachella informó que la medida no se basa en problemas de seguridad, sino que "no se admiten selfie sticks, ni narcisistas", según el nuevo reglamento de su página web.
Lollapalooza en tanto, deja en claro a través del mismo medio que no admitirán ningún "accesorio de GoPro o palos selfies".
Frente a las críticas que han recibido, los organizadores coinciden en que los asistentes a estos eventos deberían destinar más tiempo a disfrutar la experiencia más que a actualizar sus redes sociales, además de permitir al resto del público poder tener una vista que no esté invadida por miles de palitos para sacar fotos.
Esta iniciativa se suma a la que han optado unos cuantos recintos deportivos como los londinenses Wembley y O2 Arena, además de museos como el MoMA de Nueva York, y el Palacio de Versalles, en París.
Desde Lotus, productora a cargo de la versión chilena de Lollapalooza, admiten que después de la versión recién pasada, analizarán la autorización de este artículo para su edición 2016.