Los medios británicos ya se están preguntando si esta será una sentencia de muerte para los autos privados en Londres. Ello, luego que el alcalde de la ciudad, el laborista Sadiq Khan, hiciera pública su nueva estrategia de transporte, la cual considera cobrar a todos los autos una tarifa por kilómetro recorrido y prohibir los estacionamientos en los nuevos desarrollos inmobiliarios, con el objetivo de recortar tres millones de viajes diarios en autos en la capital.
Khan busca fijar objetivos para asegurar que en 2041 el 80% de los viajes se realicen por transporte público, a pie o en bicicleta. Según el portal CityLab, hoy un 64% de los viajes se hacen por estos medios en el centro urbano de Londres, el cual sería declarado una zona de emisiones muy bajas.
"Como la población de Londres va a aumentar más allá de 10 millones, nuestra salud y prosperidad futuras dependen cada vez más de nosotros, de reducir nuestra dependencia de los automóviles", declaró Khan, citado por el diario The Guardian. "Tenemos que ser ambiciosos en cambiar cómo funciona nuestra ciudad. Aunque en 2041 se realizarán cinco millones de viajes adicionales a través de nuestra red de transporte, al mismo tiempo nos estamos fijando un objetivo audaz de reducir los viajes en auto en tres millones cada día", agregó.
Así, bajo la nueva estrategia, se reemplazaría el actual cargo de congestión de 11,5 libras esterlinas (US$ 15), que se aplica desde 2003 independientemente del tiempo de conducción o de la distancia recorrida. En su lugar, se cobraría a todo auto privado que use cualquier calle en la ciudad, concibiéndose como una tarifa de pago por km. que se extiende por toda el área municipal.
La tarifa por congestión en Londres puede haber sido revolucionaria en sus primeros años, pero la congestión ha sobrepasado recientemente los niveles que tenía antes de que aquella fuera introducida, según CityLab. Gracias a los cambiantes patrones del transporte público, las cifras de autos privados han decaído en el centro urbano, solo para ser reemplazadas por Uber y camiones de reparto.
Junto con la tarifa de pago por distancia recorrida, Khan también considera incluir más zonas libres de vehículos y días libres de automóviles, además de restringir la disposición de estacionamientos dentro de los nuevos desarrollos inmobiliarios. En lugar de eso, el alcalde londinense exigirá estacionamientos seguros para bicicletas y puntos de recarga para autos eléctricos en los inmuebles en los que se considere apropiado el estacionamiento.
Otras propuestas en la estrategia de transporte de Khan incluyen el establecimiento de "rutas saludables" que priorizan los viajes a pie y en bicicleta para combatir las enfermedades vinculadas a la inactividad. Cerca de 2.100 millones de libras esterlinas (unos US$ 2.700 millones) se han asignado para doblar el gasto en transporte en bicicleta en la capital, según la prensa local.
El alcalde también se comprometió a proporcionar miles de cupos más en la red de metro y hacer todo el sistema de transporte carbono neutral para 2050. "Esta es una nueva visión a largo plazo para nuestra capital, que pone el transporte público a pie, en bicicleta y sin emisiones en el corazón de nuestra vida cotidiana", señaló el edil.
A la par de estas propuestas, el próximo año Londres también abrirá Crossrail, un nuevo servicio ferroviario que pasa por debajo de la ciudad y que vería construida una segunda línea en 2033.
La idea de Khan de aplicar esta tarifa por distancia recorrida no fue bien acogida por las organizaciones de automovilistas. "Si se trata sólo de un esquema de precios de carretera, va a ser muy difícil de vender al público", afirmó Edmund King, presidente de la Asociación de Automóviles, citado por el diario The Times. En la misma línea la Alianza de Conductores Británicos dijo que se "oponía totalmente" al plan, que llamó una "intrusión" a los automovilistas. "Los automovilistas están pagando una enorme cantidad de impuestos ya, le damos miles de millones al Tesoro, ¿no es suficiente?", se preguntó un portavoz de la institución, citado por el Daily Mail.
Pero Simon Birkett, fundador y director de Clean Air in London, respaldó la medida. "Ha llegado la hora de los cargos basados en las emisiones. Es la manera más simple, justa y eficaz de asegurar que la zona de emisiones ultrabajas sea entregada más pronto", aseguró.