El gobierno británico anunció la expulsión del embajador de Libia en Londres, Omar Jelban, a quien declaró "persona non grata" tras el ataque que sufrió en las últimas horas la embajada del Reino Unido en Trípoli.

El ministro de Asuntos Exteriores, William Hague, afirmó que la expulsión se produce en virtud del artículo 9 de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas entre países y declaró que Jelban tiene 24 horas para salir del país.

El gobierno británico ya expulsó de Londres a finales de marzo a cinco representantes diplomáticos del país norteafricano por considerar que representaban una amenaza a la seguridad nacional.

Hague condenó los ataques y recordó que "la Convención de Viena requiere que el régimen de Gaddafi proteja las misiones diplomáticas en Trípoli". "Al no hacerlo, el régimen ha vuelto a violar una vez más sus responsabilidades y obligaciones internacionales", agregó.

"Me tomo muy en serio este fracaso a la hora de proteger estas instalaciones y, como consecuencia, he tomado la decisión de expulsar al embajador libio", declaró el ministro.

"Los ataques contra las misiones diplomáticas no debilitarán nuestra determinación de proteger a la población civil en Libia", concluyó el jefe de la diplomacia británica.

Previamente, el Foreign Office informó de que estaba investigando las informaciones procedentes de Libia según las cuales el edificio de su representación diplomática en Trípoli había sido atacado en represalia por el ataque aéreo de la OTAN contra un edificio en el que presuntamente estaba el coronel Gaddafi y miembros de su familia.

En tanto, el primer ministro británico, David Cameron, rechazó que el ataque de la OTAN buscara el asesinato del líder libio y manifestó que la elección de objetivos en Libia por parte de los responsables militares de la Alianza Atlántica cumplen el mandato de la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. ameron consideró "una información no confirmada" que familiares de Gaddafi murieran en el ataque de cazas de los aliados.