La recepción triunfal ofrecida en Trípoli al terrorista libio Abdelbaset Ali Mohamed Al Megrahi ha hecho que el gobierno británico reconsidere la visita del príncipe Andrés a este país norafricano, según la BBC.
La visita del príncipe Andrés, segundo hijo varón de la Reina Isabel, inicialmente proyectada para comienzos de septiembre, se suspenderá con toda probabilidad, informó hoy la emisora.
Por otro lado, según se supo hoy, el primer ministro británico, Gordon Brown, escribió al jefe del Estado libio, el coronel Muammar Gadaffi, para pedirle que Libia actuara "con sensitividad" cuando Al Megrahi, único acusado por el atentado de Lockerbie (Escocia), regresara a su país tras su excarcelación por motivos humanitarios.
Al Megrahi, aquejado de un cáncer de próstata en fase terminal, es el único condenado por el atentado de 1988 contra un avión Boeing de la compañía norteamericana PanAm que sobrevolaba Escocia en su trayecto de Francfort a Nueva York, acción terrorista en la que murieron 270 personas.
El ministro británico de Asuntos Exteriores, David Miliband, criticó también hoy, en declaraciones a la BBC, el espectáculo "profundamente penoso e inquietante" de "un asesino de masas al que se da la bienvenida como a un héroe en Trípoli".
La visita a Libia del príncipe Andrés, representante especial de Reino Unido para el comercio e inversiones, que no había sido anunciada públicamente, iba a ser la tercera a ese país.
El año pasado, el hijo de Isabel II se reunió con el coronel Gadaffi, pero antes se había entrevistado ya con varios ministros libios.
Reino Unido ha conseguido firmar importantes contratos con Libia, particularmente en el sector de la energía desde que ese país norafricano logró salir de su aislamiento internacional.
Tres compañías británicas, Shell, BP y BG, han firmado acuerdos para desarrollar en Libia proyectos relacionados con la explotación de gas y petróleo.
Antes de la excarcelación del terrorista, diputados del comité parlamentario de derechos humanos acusaron al gobierno británico de haber pactado con Trípoli un eventual traslado a ese país de Al Megrahi con la firma en noviembre de 2008 de un acuerdo bilateral de transferencia de prisioneros.
Al anunciar el jueves la excarcelación del terrorista, el ministro escocés de Justicia, Kerry MacAskill, dijo que había tomado esa decisión de modo autónomo y por razones humanitarias ya que a Al Megrahi los médicos le auguran sólo tres meses de vida.
MacAskill se quejó de que el gobierno de Reino Unido no hubiera consultado siquiera al escocés a la hora de firmar ese acuerdo con Trípoli ni sobre sus conversaciones con Washington sobre el caso y dejó bien claro que había tomado su decisión de excarcelar al reo sólo por "compasión" y no en virtud de un acuerdo al que Edimburgo se había opuesto en su día.