El ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador anunció el domingo su salida del principal partido de izquierda de México y el inicio de consultas que podrían concluir en la conformación de un nuevo partido político.
López Obrador, quien en los comicios presidenciales del 1 de julio quedó en segundo lugar, informó en un mitin en el Zócalo de la ciudad de México que seguirá su labor política desde el llamado Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), creado después de que compitiera por primera vez a la presidencia en 2006 y el cual podría convertirse en el nuevo partido político.
El izquierdista dijo ante miles de seguidores que iniciará una nueva etapa, por lo que deja el Partido de la Revolución Democrática (PRD), un partido que ayudó a fundar, llegó a ser su presidente y en el que militó más de dos décadas.
"No se trata de una ruptura, me despido en los mejores términos", aseguró. "Estamos a mano y en paz", agregó en referencia a su salida del PRD.
López Obrador dijo que también se alejaba de los minoritarios Partido del Trabajo y Movimiento Ciudadano, que junto con el PRD, lo postularon para la presidencia en el 2012 como parte de una alianza de izquierda.
Informó que en las siguientes semanas iniciarán consultas en todo el país para determinar si Morena se transforma o no en un partido político.
La posibilidad de que López Obrador, quien también fue jefe de gobierno de la Ciudad de México por el PRD, avanzara hacia la creación de otro partido ya había sido reconocida hace un par de días por el propio líder del PRD, Jesús Zambrano.
"Estoy seguro que al compartir objetivos vamos a seguir trabajando juntos con independencia de que llame o no a la conformación de un partido", dijo Zambrano el viernes al término de una reunión entre líderes, gobernadores y legisladores de izquierda.
El PRD ha sido considerado desde su creación en 1989 como el principal partido de izquierda y no había visto desde entonces la salida de sus filas de una figura como López Obrador.
Aún no está claro si el anuncio de su salida provocará un retiro amplio de militantes del PRD que siguen a López Obrador.
Las máximas autoridades electorales declararon ganador de los comicios a Enrique Peña Nieto, que marcará el regreso al poder del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que ya gobernó el país por siete décadas continuas hasta el 2000 y es visto por sus críticos como un grupo marcado por viejas prácticas autoritarias y de corrupción.
López Obrador insistió el domingo que no reconocerá el triunfo de Peña Nieto y sostuvo que se vio favorecido por una compra masiva de votos que hizo el PRI. "Hay duelo nacional por el regreso del PRI", dijo.
La policía calculó en 38.000 las personas que estuvieron presentes en el anuncio de López Obrador de separarse de los partidos de la izquierda. Fue recibido al grito de "presidente, presidente", y se podían leer cientos de pancartas de apoyo.
La izquierda había pedido al tribunal electoral anular la elección presidencial por considerar que hubo graves irregularidades, como la compra de votos, aunque los miembros del organismo rechazaron por unanimidad el recurso tras considerar que las pruebas aportadas por López Obrador y sus seguidores eran vagas e insuficientes.
Hace unos días se especulaba si el izquierdista, que había dicho que llamaría a acciones de desobediencia civil, aprovecharía la reunión del domingo para convocar a movilizaciones y cierres de calles, como ocurrió en 2006, cuando compitió por primera vez a la presidencia y también quedó en segundo lugar.
Ahora, miembros de Morena dijeron que realizarán acciones de desobediencia civil pacíficas que incluirán labores de información en plazas públicas los fines de semana, círculos de estudio, el establecimiento de un tribunal popular para realizar un juicio sobre las elecciones pasadas.
Para el 1 de diciembre, cuando Peña Nieto asuma su cargo, los miembros de Morena tienen planeado realizar actos en plazas públicas para manifestar su repudió a lo que consideración una "imposición" del próximo presidente.
López obrador especificó que él y sus seguidores no reconocerán la potestad del gobierno de Peña Nieto "de manera pacífica y no violenta".
"Un dirigente puede poner en riesgo su vida pero no tiene derecho a poner en riesgo la vida de los demás", añadió.
Hubo gente que llegó al Zócalo siendo simpatizante del PRD y se marchó apoyando al movimiento social que puede convertirse las próximas semanas en un partido político. "Iré donde vaya Andrés Manuel", dijo María Petra, un ama de casa de 42 años. "Era del PRD hasta hace un rato. Ya no", le secundó Efrén García, de 31 años.
El escritor y periodista Paco Ignacio Taibo mostró su apoyo público a Obrador y reclamó un México mejor "sin el PRI".
Una vez acabado el discurso de López Obrador, los cubos de basura de los alrededores del Zócalo estaban llenos de banderas y propaganda amarilla del PRD.