El ex candidato presidencial de la izquierda mexicana, Andrés López Obrador, rechazó hoy el dictamen del Tribunal Electoral, que validó la elección presidencial del 1 de julio, y llamó a sus partidarios a la desobediencia civil, "porque las elecciones no fueron ni limpias, ni libres ni auténticas".
López Obrador, del opositor Partido de la Revolución Democrática (PRD) sostuvo que la desobediencia civil "es un honroso deber, cuando se aplica contra los ladrones de la esperanza y la felicidad del pueblo".
Convocó a sus seguidores a una concentración el domingo 9 de septiembre en el Zócalo de Ciudad de México, la principal plaza pública del país, para definir "lo que sigue" en su lucha política y destacó que no convalidará "un régimen injusto, corrupto y lleno de complicidades".
Anoche, el Tribunal Electoral, máxima autoridad de México en la materia, rechazó por "improcedente" la demanda de nulidad de la elección del 1 de julio presentada por la izquierda y dejó la puerta abierta para declarar a Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), como presidente electo a más tardar el 6 de septiembre.
Los siete magistrados del plenario del Tribunal Electoral expusieron uno por uno sus argumentos contra los puntos de la demanda de la coalición Movimiento Progresista, que impugnaba el triunfo del candidato del PRI, Enrique Peña Nieto.