La debilitada demanda de productos de lujo causó una reducción de los beneficios del grupo de cosméticos más grande del mundo, L'Oréal, en el primer semestre de 2009, pero pese a ello, la compañía logró sortear la crisis económica.

Las ganancias cayeron de 1.260 millones de euros (casi US$1.800 millones) a 1.080 millones de euros (US$1.540 millones). El director general Jean-Paul Agon calificó igualmente el resultado de "robusto y alentador" en vista de la situación coyuntural.

Nominalmente, la facturación subió un 1,4% hasta los 8.770 millones de euros (US$12.500 millones). Sin embargo, esta cifra se vio beneficiada por la adquisición de Yves Saint- Laurent Beauté y CollaGenex, así como los tipos de cambio.

La facturación comparable, en cambio, cayó un 3,2%.

L'Oreal, una empresa que ya cumplió 100 años, tiene 67.500 empleados en 130 países. Reúne 23 marcas, entre ellas L'Oréal, Garnier, Lancôme, Kérastase y Vichy.

Agon justificó la resistencia de L'Oréal frente a la crisis coyuntural con la continua innovación, la acelerada globalización y la "apertura para nuevas categorías".