Universidad de Chile sigue armándose rápido. A falta de un mes para el inicio del Torneo de Apertura, el cuadro universitario suma ya seis incorporaciones. Juan Leiva, Franz Schultz, Felipe Mora, Gastón Fernández, Alejandro Contreras y Cristian Vilches ya trabajan bajo las órdenes de Sebastián Beccacece y se alistan para intentar dejar atrás el mal primer semestre azul.
La lista de refuerzos, sin embargo, aún no está cerrada y la directiva de Azul Azul pretende incorporar al menos tres jugadores más. Un volante de contención más es prioridad en el CDA y, aunque Agustín Farías estaba cerca de arribar, las complicaciones que han surgido en la negociación con Palestino han impedido que el jugador cambie de club. Por lo mismo, durante las últimas horas, el nombre de Lorenzo Reyes ha tornado fuerza en La Cisterna, donde siguen desde hace tiempo al ex Huachipato.
La opción de Reyes es concreta, y pese a que hasta la semana pasada en la U veían complicada la opción de que el jugador pudiera desligarse del Real Betis, club dueño de su pase, su situación ha cambiado durante los últimos días. El mediocampista está dispuesto a volver a Chile y realiza una buena valoración de un eventual traspaso a Universidad de Chile, que ya había intentando ficharlo hace un par de temporadas. En Azul Azul ven con optimismo las tratativas, las que esperan se concreten a más tardar el próximo martes o miércoles. La ventaja de Reyes es que es chileno, lo que le daría margen al club para poder incorporar un extranjero más al equipo, que sería eventualmente un delantero, que es otra de las intenciones de refuerzo del equipo estudiantil.
Mientras, la búsqueda de un nuevo arquero está cerca de llegar a su fin. Luego de que se cayera la incorporación de Mauricio Viana, la opción que cobra fuerza es la de Fernando De Paul. El golero también es un viejo anhelo azul. Las conversaciones con San Luis de Quillota ya están en marcha y sólo resta definir el porcentaje del pase a adquirir y los montos involucrados en la operación. Azul Azul satisface los deseos de Beccacece. Sin espacio para más tropiezos, la U se arma con todo.