Mauricio Pinilla no podrá integrarse a los trabajos de la Roja en Rancagua recién hasta el próximo martes. Su club en Italia, Atalanta, esperará la última fecha de la Serie A para liberarle (el sábado, ante el Milan), en una fecha mucho más tardía de lo que hubiese esperado Jorge Sampaoli.
Claro, pues el casildense se impacienta por la llegada de sus dirigidos al Monasterio Celeste. Por ahora sólo cuenta con 14 de los 26 jugadores que fueron convocados para preparar la participación de Chile en la Copa América, y algunos, como Pinigol, sólo podrán integrarse días antes del inicio del torneo.
Pero con un grupo más reducido, aquellos que no tienen aún un lugar asegurado en la nómina definitiva intentan mostrar sus aptitudes para estar dentro de los elegidos. Es el caso de Angelo Henríquez, uno que no ha tenido demasiada continuidad en la Roja, y que hoy se juega una oportunidad inmejorable para su consolidación.
El ex delantero azul es uno de los pocos delanteros que fueron convocados. Sólo cuatro arietes integran la lista: Alexis Sánchez y Eduardo Vargas, dos fijos en el esquema de Sampaoli, y Pinilla, por quien se espera su llegada. Pista despejada para la figura del Dinamo Zagreb, que tendrá 10 días de ventaja para mostrarse tras una una destacada temporada en Croacia, en la que terminó como el goleador de su equipo, con 21 dianas.
"Estoy bien, llego en un muy buen momento. Llego más maduro, mi idea es luchar y pelear para estar en la lista de los 23", señaló en conferencia de prensa, luego de unirse a las prácticas.
Con el aval de su exitoso presente, el ex azul podría dar el salto definitivo en la Selección, pese a no haber sido hasta ahora parte del proceso del casildense. Apenas participó de las Eliminatorias (jugó 6' ante Venezuela) y sumó otros minutos más en los amistosos ante Bolivia y Perú, el 2014. Pese a la preferencia del técnico argentino de prescindir de un goleador clásico, Henríquez ahora podría pasar a ser protagonista. Es su anhelo y su apuesta.